Ya no se sabe que esperar de estos Phoenix Suns. El caos de una temporada que no parecía de entrada tan prometedora, fue acentuado cuando el 26 de diciembre, Eric Bledsoe, base estrella del equipo, se lesionó la rodilla y terminó su temporada inmediatamente, al tener que ser operado y tener que hacer rehabilitación. Los Suns se encontraban en una racha de derrotas de 4, la cual luego de este suceso se iba a extender hasta 9.
Antes de la victoria contra los Charlotte Hornets, el equipo ha tenido varios momentos bajos destacables, como la primera mitad de 22 puntos contra los Lakers (un equipo con un récord espantoso) y el paupérrimo, abismal rendimiento de Tyson Chandler en este período.
Pero el que verdaderamente está sufriendo la ida de Eric Bledsoe es Brandon Knight. Ante la ausencia de Bledsoe, Knight debe asumir el rol de base titular, teniendo que pasar el balón y atenerse al libro de jugadas del coach (por ahora) Jeff Hornacek, luchando en el transcurso.
Knight nunca tuvo fama de ser un gran pasador, ni de ser un gran defensor tampoco. Es un base tirador que pude generar ofensiva desde sus manos, y se ve muy cómodo como tirador recibiendo el balón y tirando a pie firme, no mucho más. Según NBA Stats, Knight tira 34% de 3 puntos cuando no es asistido, y un enorme 65%(¡¡!!) en estos tiros cuando es asistido.
¿El mayor pasador de Knight en la temporada? Eric Bledsoe, con 31. El que más se acerca es Jon Leuer, con 14.
Fuera de la anomalía que fue el partido contra los Hornets, el porcentaje de tiros de 3 puntos desde que se lesionó Bledsoe fue de 28%, con presentaciones como la del partido contra los Lakers, en el cual se despachó con 10-25 de campo, y 1-6 en triples. Sus asistencias no presentan una suma significativa, y el hecho de mantenerlo en la alineación titular junto a TJ Warren parece apuntar a que no van a subir muy pronto.
Devin Booker, por el otro lado, parece la alternativa más saludable a este lío de porcentajes en el que se encuentra. El novato es un anotador tremendo, que tiene muy buenas manos y aunque no sea un pasador tan capaz, tiene una decente percepción para adaptarse a los ajustes defensivos rivales, y así dar los pases correctos. Con Booker en la cancha se puede volver a jugar con el balón en las manos de otro jugador que no sea Knight, y así se intentará tratar de salir de esta mala racha en la que se encuentra el equipo.
Aunque esto no suene prometedor, es lo que los Phoenix Suns tienen. Un pívot veterano que no puede defender, un base titular que es ineficiente tirando si no es asistido, un novato que parece ser la única luz en esta temporada, y a Markieff Morris.
Algo bueno debe salir de todo esto, ¿No?