Los Sacramento Kings y los New Orleans Pelicans se citaron anoche en el Sleep Train Arena de Sacramento. El conjunto visitante llegaba de perder la noche anterior ante Los Angeles Lakers, en la que era su cuarta derrota consecutiva. Por su parte, los locales habían perdido su último partido, el pasado sábado, frente a los actuales líderes de la NBA, los Golden State Warriors, y llegaban con la necesidad de una victoria para poder acercarse al octavo puesto de la Conferencia Oeste que ostentan los Utah Jazz.
La mejor noticia posible para Alvin Gentry se materializaba antes del partido, la vuelta de su jugador franquicia, Anthony Davis. Con él, el quinteto inicial lo formaron Tyreke Evans, Eric Gordon, Dante Cunningham, Omer Asik y el propio Davis. También había buenas noticias para George Karl en modo de regreso de lesiones, ya que Omri Casspi y Willie Cauley-Stein estaban disponibles, aunque ninguno de los 2 fue titular, siendo este cometido para Rajon Rondo, Ben McLemore, Rudy Gay, Quincy Acy y DeMarcus Cousins.
Los Pelicans comenzaban el partido erráticos en los primeros 2 minutos y medio, pero rápidamente cogieron confianza y en los 2 minutos siguientes conseguían un parcial de 12-2, con un acertado Cunningham desde la larga distancia. Los Kings tenían problemas para ver aro y Gordon y Davis aprovechaban para comandar otro parcial de 10-0 y poner el marcador en 22-10 para los suyos. Cousins no encontraba la manera de anotar, y los californianos lo notaban en exceso, acabando el cuarto perdiendo por 28-19. Davis daba síntomas de estar perfectamente recuperado, sus 11 puntos en el primer cuarto lo alababan, y los Pelicans parecían impulsados por el regreso de su estrella.
Las segundas unidades de los dos equipos entraban frías al partido, pero aún así la de Pelicans entraba mejor, consiguiendo aumentar más la diferencia gracias a Ryan Anderson. Rondo y Cousins volvían a pista e iban a duopolizar el juego de los Kings, anotando los 13 siguientes puntos del equipo, pero en el otro lado de la pista los californianos seguían mostrando debilidad, y no veían la forma de frenar los triples de los visitantes, que con un enchufado Norris Cole, que había entrado en pista por un lesionado Evans, se iban a marchar al descanso con 15 puntos de ventaja, 59-44.
A la vuelta del descanso, George Karl introducía una variante en el quinteto, empezando con Kostas Koufos el tercer periodo. El partido seguía por los mismos derroteros, con los Kings fallando sus tiros en los primeros minutos, y Gordon haciendo daño desde el triple. Un parcial de 10-0 liderado de nuevo por Rondo y Cousins, con dos triples del pívot, reducían la diferencia en el marcador por debajo de los 10 puntos, 58-66, pero no fue más que un espejismo, ya que los Pelicans volvían a alejarse con un parcial en 5 minutos de 18-1, con Gordon y Anderson destrozando a los californianos con 2 triples cada uno. De esta forma, el partido parecía visto para sentencia, con un abultado marcador de 90-65 a favor de los Pelicans, ante unos Kings que parecían hundidos.
Pero por sorpresa, los Kings iban a conseguir frenar la anotación rival durante casi 5 minutos del último cuarto, y con un parcial de 14-0, en el que Cousins iba a anotar 12 de esos 14 puntos, iba a dar algo de esperanza a los fans californianos. Aún así, la ventaja seguía siendo amplia para los Pelicans, que ganaban de 14 puntos, y de nuevo los mismos protagonistas que en el tercer cuarto, Gordon y Anderson, sentenciaban el partido con sendos triples, y Davis, con 6 puntos consecutivos, sellaba la victoria para los Pelicans por 109-97, rompiendo así la racha de derrotas y haciendo más difícil el asalto de los Kings a la octava plaza.
Anthony Davis fue el jugador más destacado de los Pelicans, con 24 puntos y 10 rebotes, muy bien acompañado de otros 24 puntos de Eric Gordon y 18 de Ryan Anderson y Norris Cole desde el banquillo. Por su lado, DeMarcus Cousins y Rajon Rondo se quedaron muy solos en los locales, con 32 puntos y 12 rebotes para el pívot y 17 puntos y 10 asistencias para el base.
Esta misma noche, los Kings tienen un partido vital para su objetivo de los playoffs, ya que visitan la casa de los Utah Jazz, mientras que los Pelicans vuelven a casa para recibir el viernes a los Charlotte Hornets.