Que los New Orleans Pelicans son un equipo muy diferente al de la temporada pasada es obvio. La bajada de rendimiento de Anthony Davis y compañía sitúan al equipo entre los peores de la Conferencia Oeste, y muy lejos ya de las plazas de acceso a Playoffs como se esperaba.
Por eso el equipo debe mantener cierto núcleo, con Davis, Holiday y Evans. Hace unos meses Evans no formaba parte del futuro de la franquicia a medio-largo plazo, pero su asociación con Davis hace que la franquicia confíe en él para una nueva «reconstrucción», ya que tienen ciertas posibilidades de llevarse el pick 1 del draft o algún pick cercano.
En alineaciones con dos hombres que han pasado más de 100 minutos juntos, la pareja Davis-Evans ha demostrado ser más eficaz que cualquier otro emparejamiento de New Orleans. El tándem ha superado a los oponentes por 61 puntos. Todo esto en sólo 228 minutos. En 506 minutos, Holiday-Davis, la otra pareja de la franquicia, sólo han logrado superar a sus oponentes por 25 puntos.
Con un récord de 36-2, los Golden State Warriors son el Big-Three de oro. Stephen Curry, Draymond Green y Klay Thompson son el núcleo de ese grupo, uno que nadie se atrevería a romper esta temporada, o en cualquier momento del futuro. Por lo que los Pelicans deberían mantener a su «Big-Three» personal, traspasando a Gordon y otras piezas que acaben contrato y llevarse algo por ellas, a estos tres se les podría a Ryan Anderson, que aunque acaba contrato está ayudando mucho al juego exterior del equipo.