Sin Nowitzki ni Pachulia, la responsabilidad del partido de los Mavericks contra los Thunder volvía a recaer en los suplentes. El conjunto de Carlisle tiene a dos buenos pívots suplentes: JaVale McGee y Dwight Powell; pero ayer tuvieron unas actuaciones más que discretas. Además, Mejri tuvo su gran noche y su rendimiento lo vio compensado con muchos minutos en pista.
El tunecino llegó a la NBA más como reclamo publicitario —no era la primera vez que Cuban hacía esta estrategia con jugadores «exóticos»— que como jugador aprovechable; era uno de los últimos en la rotación del Real Madrid que, aunque sea uno de los mejores equipos de Europa, nada tiene que ver con cualquier equipo de la NBA. Hasta ahora, la actuación del pívot se había limitado a unos pocos minutos en algunos partidos ya sea por decididos o para hacer faltas antes de la recuperación de McGee, era más habitual en los Texas Legends de la D-League que en los Mavs.
Ayer Mejri tuvo su primer gran partido en la mejor liga del mundo. Fue el segundo máximo anotador de su equipo con 17 puntos (87.5% en tiros de campo) y estuvo apunto de conseguir su primer doble-doble al capturar 9 rebotes. Demostró ser el buen pívot ofensivo que se había visto en sus mejores temporadas en la ACB, con un gran control del pick&roll, consiguiendo canastas fáciles bajo canastas.
No hay duda que este partido no es una muestra de la verdadera capacidad del jugador y no estamos hablando de un pívot que pueda conseguir hacer esta clase de partidos cada noche; pero sí que ha aprovechado su oportunidad para intentar que le den algunos minutos con cierta frecuencia esta temporada.