Hablar de las virtudes baloncestísticas de Dame Lillard nos puede llevar mucho tiempo y no tanto trabajo, son notorias y evidentes para el más neonato aficionado del baloncesto. Sin embargo, su frialdad en los momentos cerrados y su lealtad a la franquicia, son cosas que cada día escasean más -y por las que este servidor siente especial debilidad- en la NBA: jugadores que al estar en un mal equipo piden ser traspasados, abandonan en la agencia libre… Todo eso suena conocido, ¿no?
Con todo eso, Lillard se muestra muy contento con la franquicia a pesar de estar pasando por un momento no muy feliz, el quinteto inicial cambió 4 de sus 5 jugadores y el roster completo ha cambiado de un año a otro y el jugador analiza un poco la situación en el equipo de Oregon:
«Las cosas se ponen difíciles. Es una liga dura», dijo Lillard. «Tienes altibajos. Cambiamos completamente nuestro roster. Estamos completamente cambiados y nos dieron un nuevo equipo. Y estoy completamente comprometido con él. Para ser una parte del crecimiento. Tengo que crecer tanto como nuestro equipo tiene que crecer, y estoy emocionado por eso, es por eso que no es difícil para mí decir que eso es lo que quiero».
Muchos podrían decir, como hemos escuchado en varias ocasiones, que cuando te ofrecen 120 millones de dólares para renovar, la lealtad no tiene que ver mucho en tu vinculo para el equipo. Sin embargo, todo indica que Lillard ama a Portland incluso más de lo que Portland lo ama a él. La franquicia lo respeta, le trata con todo el cariño del mundo y él se siente parte importante de la misma, algo que no le pasaba a – por ejemplo- LaMarcus Aldridge.
Aún con lo joven que es, Dame ya le ha dado mucho a los Blazers, como aquel emocionante game-winner para acabar la serie contra los Rockets hace un par de temporadas:
#TBT Damian Lillard #NBAVote https://t.co/LS71ggYDZi
— OverTime Colombia (@OverTimeCol) January 14, 2016
Pero como todos sabemos, cuando las cosas no salen bien para el equipo al que uno apoya, todos son culpables y los recuerdos no sirven de nada. Ante la posibilidad de que los aficionados se volvieran en su contra, el jugador también se muestra confiado al respecto:
«Si los fans se voltean en mi contra… Voy a decir esto: Creo que los verdaderos fans de esta organización, los verdaderos fans de esta ciudad, creo que nunca harían eso. Entiendo que los aficionados tienen emociones, igual que nosotros como jugadores, y tienen derecho a ser como ‘Hombre, Dame … lo que sea’ … Pero yo no veo que eso suceda aquí.»
Posteriormente, dejó una linda aclaración al respecto:
«Son leales a quién es leal a ellos, y yo no planeo darles una razón para que cambien.»
Vaya Dame, claro que no piensas darles razones:
Viernes 8 de enero vs Golden State Warriors: 40 puntos y 10 asistencias, siendo el primer hombre en lograr esos números en la historia del Moda Center y el primer Blazer desde Clyde Drexler. Palabras mayores.
Domingo 10 de enero vs Oklahoma City Thunder: 31 puntos y 9 asistencias. 17 de ellos en los últimos 3 minutos para acabar con Oklahoma. «You know what time it is».
Miércoles 13 de enero vs Utah Jazz: 21 puntos, 10 asistencias y 7 rebotes en apenas 28 minutos porque liquidaron el partido en tres cuartos.
Así, ni el más escéptico buscaría una razón para criticar a Lillard. En otras declaraciones, el jugador explica un poco su sentimiento para con la ciudad y la organización de Portland.
«Cuando me gusta mucho un lugar, eso es lo que quiero seguir haciendo. Quiero mantenerme junto a las cosas que hacen clic con lo que soy como persona », dijo Lillard. «Ha sido como un ajuste de mano y guante, el hecho de me adoptaran tal y como soy, la persona junto con el jugador de baloncesto… No creo que haya nada más cómodo que eso. Es por eso que no tengo ningún problema de comprometerme a algo así.»
Como comentaba anteriormente, cada día que pasa la era de los agentes libres hace la lealtad más corta. Firman un contrato de cuatro años, tal vez renuevan por unos años más pero luego, tan pronto como tienen la puerta abierta, así se van. Y vaya si Portland sabe de eso, cuando hace menos de 6 meses se fueron Nico Batum, Wesley Mathews, Robin Lopez y el más doloroso, LaMarcus Aldridge.
Para terminar, después del partido contra los Warriors en el que marcaba la historia con sus 40 y 10, Lillard dejó una perla para todos los aficionados de los Blazers:
«Siempre es bueno ser el primero en hacer algo. Especialmente siendo parte de una organización de la cual planeo ser parte de toda mi carrera. Es un honor, pero me hubiera gustado que fuera en un esfuerzo para ganar».
Si como aficionado – o en mi caso un amante de la lealtad y la vieja escuela de pasar toda tu carrera en una franquicia – no te emociona escuchar esas palabras, bueno… No sabría que decir, pero si que hemos encontrado una nueva virtud a Lillard, su agigantada fidelidad.