Cuanto más pasan los días, las semanas, los meses, nos empezamos a acercar al final de la temporada regular, y la tensión de los jugadores en los partidos empieza a florecer. La tensión que pide cada entrenador a sus jugadores es entendida para estar alerta en los 48 minutos de cada partido. Cuando la tensión se convierte en nerviosismo ya no se entiende como beneficiosa y buena.
Esto es lo que les ocurrió a Russell Westbrook y J.J.Barea en el último partido que enfrentaron a los Thunder y los Mavericks. La tensión se transformó en nerviosismo cuando en una entrada a canasta por parte de Westbrook fue parada en seco por Barea al cogerle de un brazo en pleno salto, pero nada peligrosa ni fuerte que pudiera hacer daño al atacante. Este tipo de faltas la hemos visto miles de veces, que terminan con un perdón, choque de manos y a otra cosa mariposa. Pero Westbrook no estaba por la labor y parecía que había alguna cuenta pendiente por la reacción que tuvo.
Westbrook se quitó de medio a Barea con un empujón pero Barea no se achicó, respondiendo de igual manera, pero esta vez con una mano en el cuello. La tensión entre los dos se notaba solo viendo como se miraban desafiantes. La pelea hubiera llegado más lejos sino hubieran intervenido rápidamente los jugadores que estaban alrededor y los árbitros.
Estos momentos de tensión se verán más habitualmente según nos acerquemos al mes de abril cuando finalice la temporada regular. Nadie está ajeno a sentirse un poco nervioso según pasan las fechas. Los equipos luchan por intentar estar lo más arriba de la clasificación para tener equipos asequibles e intentar con ello llegar lo mas lejos en PlayOff. Sobre todo en el salvaje oeste, que terminar la temporada con balance positivo no te asegura entrar entre los ocho mejores y si no que se lo pregunten a los mismos Thunder, que el año pasado con 45 victorias y 37 derrotas no fueron capaces de entrar en PlayOff.
Parece que los Thunder y Mavericks no se llevan del todo bien porque esta reacción no es nueva, en años anteriores también han tenido trifulcas, o quizás querrán que este año no se vuelvan a quedar fuera y luchan y pelean por cada balón que disputan.