Por mucho que los Cleveland Cavaliers sigan en la primera plaza de la Conferencia Este, e incluso con cierto margen respecto el segundo clasificado (Toronto Raptors), el equipo no está funcionando como debería. Sí es cierto que sigue creando victorias en la mayoría de sus enfrentamientos, pero a ese éxito no le acompaña un conjunto regular, consistente y eficaz en todos los aspectos del juego.
Este artículo no pretende ni mucho menos criticar destructivamente al equipo de Ohio, sino señalar ciertas cuestiones, en este caso referentes a un solo jugador, que deberían mejorar durante estos meses si el objetivo que se persigue es ganar el anillo. La pieza que vamos a valorar es el tercer líder de los Cavs, el «4» de Santa Mónica, California: Kevin «Mr. Doble-Doble» Love.
Si se hace tanto hincapié en el interior no es por buscar culpables, ni porque no se le quiera en la plantilla, se justifica basándonos en que el rol adjudicado a la estrella y su rendimiento esta temporada no se corresponden ni por asomo. Si iniciamos la valoración a través de sus estadísticas de la temporada actual, el jugador que ha disputado 39 partidos (todos como titular), promedia 15.5 PPG, 10.7 RPG y 2.4 APG en 32.3 minutos por partido. Quizá estas tres simples cifras vistas en otro jugador bastarían y sería una respetable aportación, pero tratándose de un titular que abarca mas de 32 minutos en pista -es el segundo solo por detrás de LeBron- y que llegó a la ciudad como tercera estrella y pieza del «Big Three» del nuevo proyecto, son números insuficientes. Agravándose además por el potencial más que demostrado por Love a lo largo de su carrera. Si comparamos sus datos actuales con los mejores de su trayectoria: 26.1 PPG hace tan solo dos temporadas en Minnesota, 15.2 RPG durante la 10-11, y 4.4 APG también hace dos cursos; es más que evidente que el «Power Forward» no está ejerciendo el dominio y presencia estadística que sabemos que tiene.
No hablemos pues ya, de los porcentajes de tiro. K-Love no es conocido simplemente por hacer dobles dígitos en puntos y rebotes como si de respirar se tratara, también lo es por representar un gran jugador interior con una de las mejores capacidades de tiro exterior y de media distancia de la liga. Desanima firmemente el hecho de que esté lanzando de manera tan paupérrima este año. Maneja .412% en tiros de campo acertados, siendo su segundo peor porcentaje global en ocho temporadas en la NBA. Pero el #0 de Cleveland también ha empeorado en triples, con un .364% de acierto (aunque no es su peor cifra desde la línea). Parecía empezar bien el año en el tiro exterior pero cada mes de competición va reduciendo sus valores.
Como decía, el real problema que visualizamos alrededor de este jugador es más exactamente la falta de responsabilidad y aportación real en el campo, especialmente en partidos de gran importancia contra rivales de primer nivel y dónde más se necesita que las estrellas den un paso adelante. Véase como ejemplo su papel defendiendo el pasado lunes contra los Warriors. Un deportista que ha dado tanto de sí, que llegó como gran refuerzo para LeBron e Irving convirtiendo en ese momento a los Cavaliers como uno de los candidatos por antonomasia a ganarlo todo, y que cobra casi 20 millones esta temporada, debe dar un paso al frente lo antes posible, forzando así quizá que todo el equipo empiece a proseguir de la forma apropiada y siendo regular.
Si esto no ocurriera, y la situación de Love se alargara, estaríamos empezando a ver en el horizonte como Cleveland se plantea su posible salida. Por el bien de todos, debe despertar ya.