Los Boston Celtics ponen el 4-0 en su duelo contra Washington

Boston Celtics 116 - 101 Washington Wizards
Foto: Brths (CC)

Es posible que no pocos aficionados de los Boston Celtics envidien el talentoso backcourt de los Washington Wizards, y no sería para menos. John Wall es uno de los mejores bases de la liga y, posiblemente, el que en mejor forma se encuentre en la actualidad; por su parte, Bradley Beal, tiene una de las mecánicas de tiro más bonitas de la NBA, y para cualquier fan celtic ver un triple es lo más parecido que hay a que se te aparezca la virgen en una tostada. Por eso, cada encuentro entre los Washington Wizards y los Boston Celtics es una paradoja en sí mismo, cuando un partido tras otro (y ya han sido cuatro este curso 2015/16) los Marcus Smart, Avery Bradley e Isaiah Thomas se comen a los capitalinos.

Anoche, ambos equipos llegaban en un buen momento, aunque ciertamente mejor para unos visitantes que habían ganado 5 de sus últimos 7 partidos y llevaban una racha de 8 anotando más de 100 puntos, hito que no conseguían desde hacía más de 10 años. Los Wizards venían de derrotar a los siempre correosos Heat y también encadenaban hasta 6 partidos superando las tres cifras de anotación, por lo que el encuentro prometía altos dígitos y no defraudó.

Acostumbrado a jugar contra jugadores que le sacan dos o tres cabezas, Isaiah Thomas ha aprendido a superar grandes obstáculos, por lo que siempre parece mejor cuando mejor es su rival. Y si ayer se enfrentaba al mejor base de la liga y al jugador que es posible que le acabe apartando de la titularidad en el All-Star, tenía que demostrar a los aficionados que se habían equivocando eligiendo. 23 puntos (8-14 en TC y 2-3 en T3) y 9 asistencias fueron sus números ante un superado Wall que se mostró muy errático en el tiro (3-11 en TC y 0-3 en T3) pero supo hacer jugar a sus compañeros (10 asistencias).

Aún así, el partido se ganó desde la banda, donde Brad Stevens parece un padre jugando a las cartas con su hijo cada vez que tiene a Randy Wittman enfrente. El de Indiana planteó un encuentro que su par simplemente no supo leer ni atacar, ganando todos y cada uno de los cuartos del partido. Da igual la alineación que plantease o el tipo de baloncesto que jugase con sus Celtics, Wittman en ningún momento supo contrarrestar el lento ataque de los Boston Celtics, siempre buscando un pase de más (31 asistencias por 24 del rival), ni cómo atacar su siempre pegajosa e interminable defensa (solo cuatro jugadores pasaron de los 8 puntos por siete de los verdes).

«Por alguna razón siempre jugamos bien contra estos chicos, no sé por qué es, pero salgo a la cancha y simplemente el balón va a donde debe» explicaba de manera más mística el #4 de los Orgullosos Verdes. Un poco más analítico, Smart revelaba el planteamiento de su entrenador «Simplemente tratamos de derrumbar su juego, cortando la cabeza de la serpiente desde el principio (Wall). Es uno de esos jugadores que hace las cosas muy bien en transición, moviendo el balón con su velocidad y su habilidad de creación. Solo tratamos de frenarlo para que no crease y sus compañeros nos matasen desde la larga distancia» 

Finalmente, el encuentro y el enfrentamiento directo entre ellos, de cara a un posible empate al acabar la Regular Season, se fue para las manos de unos Boston Celtics que se establecen en la 5ª posición de la Conferencia Este (25-21 de récord) gracias a sus tres victorias consecutivas, poniendo uno y medio de ventaja con sus más inmediatos perseguidores, los Detroit Pistons. Los Wizards siguen sin encontrar su ritmo y caen hasta la 11ª posición (20-22), a la espera que alguien en los despachos de la capital decida copiar la táctica de Brad Stevens y acabe cortando la cabeza de la serpiente.

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