Ya lo dicen: no hay nada como el hogar.
Con la derrota de ayer contra los Pistons dieron inicio a estas dos semanas que pasarán jugando en casa. En estas dos semanas jugarán Gordon Hayward y compañía seis partidos, incluido el de ayer contra Detroit. Esta prolongada estancia vendrá muy bien al equipo, que necesita empezar a remontar el vuelo desde ya, debido a que no tendrán que aguantar el cansancio de realizar viajes.
El equipo de Snyder lleva un balance en casa positivo de 12-9, no así sucede cuando juegan de visitantes, presentando un balance negativo de 7-15. Además, como otro dato positivo, de los últimos diez partidos que han jugado en casa han ganado 8, siendo este dato importante para la confianza del equipo.
«Nuestros fans están muy bien y siempre nos dan energía» Snyder.
La noche de ayer fue una muestra de que el equipo juega mejor en casa, ya que, a pesar de la derrota, dieron una imagen positiva y le plantaron cara a uno de los equipos duros de la conferencia Este. Pudimos ver como Gobert, que en los últimos partidos está a un nivel muy bueno, promediando 14 puntos y 12 rebotes en los últimos 5 partidos, frenó a uno de los mejores pivots de la liga, Andre Drummond. El lado negativo del equipo fue Trey Burke, que después de unos buenos partidos, estuvo completamente desaparecido permitiendo que Reggie Jackson jugara a su antojo y acabara encasquetando a los Jazz 29 puntos. Esperemos que este mal partido sea un bache pequeño.
Jugar en casa y viajar poco les va a permitir descansar mejor y les vendrá muy bien a aquellos jugadores que estén intentando recuperar la forma, como Derrick Favors. Juegan el 28 de enero contra los Hornets y que Favors y el resto de la plantilla estén en forma es importante para poder seguir luchando por los playoffs.