Sabedores de que en Utah están contentos con el rumbo de la franquicia y de que normalmente no suelen moverse mucho en el mercado de mitad de temporada, estamos a tan solo cuatro semanas para que se cierre el plazo de traspasos, y me han pedido desde arriba que escriba sobre los hipotéticos objetivos que podrían tener los Jazz si quisieran adquirir un jugador ahora. Como es lógico, tenemos en cuenta el precio, el contrato, cómo encajaría en los planes de la franquicia a medio y largo plazo y la posibilidad de que el otro equipo se quiera deshacer de dicho jugador. Las opciones cumplen los requisitos de ser low cost, riesgo bajo y posible bastante positiva recompensa.
1-) Jrue Holiday:
Utah necesita un base, aún teniendo en cuenta que el australiano Dante Exum volverá para la temporada que viene. Los New Orleans Pelicans podrían terminar por reconstruir una plantilla que parece que no va a ningún lado y Holiday, junto con Ryan Anderson, sería el jugador del que más rédito podrían sacar. Holiday le daría a los Jazz un playmaker mejor que Trey Burke y que podría complementar perfectamente a Rodney Hood, Alec Burks y Gordon Hayward. Es verdad que necesita la pelota para tener impacto sobre el juego, algo que podría ser más difícil en el esquema de Quin Snyder, pero el ex de los Sixers es todavía joven, ya que apenas tiene 25 años y tras una racha dura de lesiones parece recuperado. En 38 partidos esta temporada está promediando 13,9 puntos, 5,2 asistencias y 1,1 robos en 25,3 minutos por partido, con una línea de porcentajes bastante buena de 44,8/38/78,6. Para conseguir que Pelicans se desprendiera de Holiday, los Jazz podrían mandar la primera ronda del Draft de 2017 que tienen de los Warriors y la suya propia de 2018 protegida hasta el puesto 15, por ejemplo, además de Trey Burke, cuyo futuro en Salt Lake City es dudoso pero que podría destacar con un entrenador como Alvin Gentry reconocido como gurú ofensivo. Utah tiene espacio salarial suficiente como para hacerse cargo de los más de 10 millones que recibe anualmente Holiday, y su contrato termina en 2017, dando una oportunidad a los Jazz de abortar el experimento pronto si no resulta. Para ajustar salarios en la ESPN Trade Machine los Jazz deberían enviar también al alero JJ O’Brien a New Orleans.
2-) Jonas Jerebko:
A los Celtics les sobran interiores, y el sueco es una opción barata para proporcionar a los Jazz un segundo stretch forward. El ex de Pistons está encestando un 40,8% de tres este curso, y como Boston tiene ya multitud de rondas de Draft futuras el precio sería bastante bajo. A Jerebko le queda un año más de contrato a un muy asumible precio de 5 millones de dólares. Con él en pista los Celtics tienen un rating defensivo 98,9, una mejora de 3,2 de lo que tienen con él en el banco. Si no es un gran defensor sí que su envergadura (mide 2,08 metros) unida a su movilidad le hace un buen complemento al lado de Derrick Favors y Rudy Gobert. Para hacerse con él los Jazz mandarían dos segundas rondas de Draft (que nos sobran) y así los Celtics liberarían minutos para Kelly Olynyk, Amir Johnson, Tyler Zeller, Jared Sullinger, Jordan Mickey y Jae Crowder como 4.
3-) Bojan Bogdanovic:
Este es algo más complicado de concebir puesto que los Brooklyn Nets descartan totalmente una reconstrucción que necesitan desesperadamente, pero el alero croata tiene el perfil suficientemente bajo como para poder tantear deshacerse de él y a cambio hacerse con alguna ronda de Draft extra que beneficiaría mucho a los neoyorquinos. Bogdanovic sería un complemento perfecto para unos Jazz faltos de tiradores – aún teniendo en cuenta que este año apenas está encestando un 33,7% de tres – y también daría al entrenador Snyder un manejador secundario de balón. Su defensa es dudosa, pero con Favors y Gobert protegiendo su espalda podría mejorar bastante en Utah y llegar a un nivel pasable. Bogdanovic todavía tiene 26 años y termina contrato en 2017 también, con lo que el riesgo para Jazz sería nulo y podría ser un acierto a medio plazo si sale bien la apuesta. Para conseguir sacarle de Brooklyn, Utah podría ofrecer de nuevo dos segundas rondas de las que tiene en abundancia, incluyendo la más favorable de Celtics o Raptors en el próximo Draft y la suya propia en 2017.
4-) TJ McConnell:
El base de los 76ers puede parecer un desconocido para todo el mundo, pero el ex de Arizona y Duquesne sabe jugar y Philadelphia traspasaría a cualquiera de sus jugadores excepto Nerlens Noel, Ish Smith y Jahlil Okafor a cambio del correcto número de segundas rondas. En el hipotético caso de que se llevara a caso este traspaso, los Jazz tendrían que desprenderse de Trey Burke, que podría ser usado para adquirir un alero que diera refresco en el perímetro. McConnell podría parecer superlativo con Raulzinho Neto ya en plantilla, pero es joven con tiene un contrato asumible, y en caso de que ni el brasileño ni Exum estuvieran preparados para ser el base de los Jazz de PlayOffs, el joven natural de Pittsburgh sería una opción barata y con progresión. Su tiro no es muy sólido, pero cabría preguntarse qué parte de culpa tiene el bochornoso ataque de Sixers en ello. Su dirección de juego y oportunismo en defensa sí son aparentes ya, y McConnell tiene un perfil de jugador que pelea todos los balones y además va muy bien al rebote largo (promediando 3,8 por partido, en sintonía con sus números en la universidad). Está entre los diez primeros en la NBA en porcentaje de asistencias y porcentaje de robos. El precio estaría en torno a las dos segundas rondas, que como ya hemos comprobado a los Jazz les sobran, y si Sixers se pone exigente en cuanto al precio siempre se podría hablar de alguna de esas primeras rondas que le deben los Thunder que se convierten casi seguro en una segunda ronda a partir de 2020.
5-) Donatas Motiejunas:
El lituano de los Rockets es agente libre restringido en verano, como también lo es su compañero de posición Terrence Jones. Ahora bien, es difícil que los dos sean retenidos ya que con la cantidad de dinero disponible en la próxima campaña habrá muchos equipos dispuestos a sobrepujar por los servicios del talentoso ala-pívot de Houston. ¿Por qué se querrían desprender los Rockets de él, entonces? Por sus lesiones, por la presencia de Clint Capela y Jones en plantilla, y porque los Jazz estarían dispuestos a ofrecerles a Trey Burke, un base que necesitan para complementar a Patrick Beverley desde el banco tras el fracaso de Lawson.. Utah correría el riesgo de afrontar el mercado con Motiejunas, pero tendrían unos meses de prueba para ver si están interesados en conservarle a largo plazo dependiendo del precio. Su talento en el poste y su tiro exterior serían una muy buena adición a Favors, Gobert, Trey Lyles y Jeff Withey, y permitiría a los Jazz dejar marchar a Trevor Booker en verano. Con apenas 25 años y 2,13m. de altura, su nombre estaría mucho más cotizado si no fuera por las lesiones, y ese es un riesgo que Utah se puede permitir con la plantilla construida durante estos últimos años. Además de Burke es posible que los Rockets quieran algo más, y una de las primeras rondas de Thunder en 2018 ó 2019 podría ser suficiente.
Sin duda un buen artículo con traspasos que parecen posibles y siempre diciendo que que se produzca un traspaso es improbable…