No ha podido empezar mejor su andadura con el equipo de la capital del estado de Utah el ex jugador de Butler, Shelvin Mack. Tras el traspaso en el que los Jazz enviaron a Atlanta una segunda ronda del Draft a cambio del antiguo compañero de universidad de Gordon Hayward, todo el interés de los aficionados del equipo mormón estaba enfocado en constatar qué rol le iba a asignar Quin Snyder al base. La respuesta no pudo ser más clara: fue el base que más minutos estuvo sobre el parqué.
No es este un traspaso «sexy», eso está claro. Pero igual de claro está que Quin Snyder necesitaba a un jugador de sus características y el hecho de haber coincidido los dos en Atlanta hacía suponer un conocimiento exhaustivo de qué es y puede aportar el jugador. Y lo demostró ante los Blazers. No fue capaz de parar a la pareja exterior local, pero es que en los Jazz nadie ha podido en lo que llevamos de temporada. Les tienen comida la moral y ni todos los Shelvin Mack del mundo pueden cambiar esto. Aún así, 16 puntos y 6 rebotes en poco más de 24 minutos son una buena carta de presentación.
«Estaba un poco sorprendido.» – comentó Mack tras su traspaso. – «Siento que es una gran oportunidad para mí venir aquí. Estaba un poco sorprendido y feliz al mismo tiempo».
Quin Snyder lo tiene claro:
«Lo que estamos buscando más que nada es la consistencia de esa posición.» – dijo el entrenador de los Jazz. – «[…] Hemos realizado el traspaso para que nos ayude, ya que es diferente a los otros chicos. Él va a jugar dependiendo de un montón de cosas, incluyendo a como esté, como estén otros jugadores, incluyendo lo que somos y los que estén jugando en contra. Ya sabes, cuando Jrue Holiday nos está dando haciendo daño desde esa posición, ese es un mejor partido para Shelvin de lo que es para Raul o Trey«.