Los Sixers pasaron con más pena que gloria por el deadline 2016, ya que a punto estuvieron de contratar a Joel Anthony más un segunda ronda para el siguiente draft, pero la NBA vetó este traspaso y Jakarr Sampson fue cortado para dejar hueco al veterano. Mientras que Rockets y Pistons se decidían sobre qué hacer con Motiejunas (finalmente se quedó en Houston) Sampson firmaba dos años de contrato parcialmente garantizados con Denver Nuggets.
A toro pasado ya, y con un espacio en la plantilla, Brett Brown no se preocupa por rellenar ese hueco en pocos días. Un base sería el traspaso marcado por naturaleza, ya que es la posición maldita en Philadelphia, que año tras año se busca mejorar para hacer caja con el Big Ball. Pero el entrenador cree que el equipo no debe de darse prisa.
«Lo hemos discutido un tiempo, creo que todo el mundo es consciente de esto. Solo estamos tratando de mostrar paciencia y cuando alguien venga tiene que tener sentido para nosotros. Siempre estamos buscando jugadores, y eso es cierto, pero no siento que tengamos que dejar a alguien para traer a otro alguien».
Beno Udrih a la vez de completar el roster no influiría en las victorias/derrotas de la organización a corto plazo, por lo que su firma sería la más exacta de cara a buscar un buen pick propio en el draft.