En la madrugada del sábado al domingo, los Golden State Warriors volvieron en un back-to-back al Oracle Arena, con motivo de jugar contra los Phoenix Suns, que, lejos de parecer el tercer equipo más blando de la NBA, tuvo un partido muy disputado contra Stephen Curry y la tropa, donde se mantuvo la emoción hasta los momentos finales.
En el primer cuarto, tras un inicio anotador bastante bajo por parte de los dos equipos, los números comenzaron a ascender pasada la mitad del cuarto, aunque ninguno de los dos equipos conseguía despegarse del otro en el marcador, ya que, por un lado, la actividad interior de Len y Chandler, y por otro, los tiros en suspensión de Booker y Knight, atosigaban a unos Warriors que no entraron en el partido precisamente acertados desde la línea de tres. Sin embargo, la coalición Curry-Speights adelantó a los locales, para dejar el marcador 31-24 al finalizar el cuarto.
En el segundo parcial, esta dinámica anotadora siguió en manos del mismo par, dando lugar a una noche más que acertada para Mo Speights, que asumió el rol de Iguodala y parte del de otros jugadores que no estaban teniendo su noche, como acabó siendo el caso de Andrew Bogut. Tras este inicio, unos consecutivos fallos a mitad de cuarto devolvieron a Phoenix al partido, que a partir de entonces no pararon de acosar en el marcador a los vigentes campeones. Prueba de ello fue el 60-56 favorable a Warriors con el que el partido se fue al descanso.
A la vuelta del descanso, el partido dio un giro argumental, en el que los dubs pasaron a tener que sudar la camiseta para poder llevarse el partido, ya que Alex Len y los suyos estaban decididos a llevarse la victoria del ‘roaracle‘. Con ello, el marcador se redujo a una diferencia nada habitual en un partido de los Suns, que se posicionaron como una amenaza más que probable para romper el récord de imbatibilidad como local de los Warriors esta temporada, dando inicio al cuarto y definitivo asalto con un 95-86 que daba la victoria momentánea al equipo de Arizona.
En el cuarto final, y siguiendo la estela que había ido dejando a lo largo del partido, Marreese Speights colocó en la pelea por el partido a su equipo, anotando de forma compulsiva al inicio de cuarto. Ante su figura se opuso Brandon Knight, que, aparte de dejar una jugada ‘top ten’ en la que ridiculiza a Klay Thompson, emergió como el líder de su equipo en este último cuarto. Finalmente, el esfuerzo cayó en saco roto, ya que un imparable Curry encendió a su equipo en anotación, concluyendo en un definitivo 123-116, que mantiene invicto al equipo californiano en casa.
Entre los jugadores más destacados del partido, debemos nombrar a Marreese Speights, que acabó con 26 puntos y 9 rebotes, equiparándose a Stephen Curry, que dio nombre a 35 puntos y 6 asistencias. Por parte de los Suns, los 30 puntos de Brandon Knight y los 26 de Alex Len pusieron en un aprieto a los locales.
El próximo partido de los Golden State Warriors volverá a jugarse en el Oracle Arena, donde recibirán a los New Orleans Pelicans el lunes. Los Suns, por su parte, se medirán contra los Timberwolves en Arizona el mismo día.