No hay duda de que la elección de Jahlil Okafor en el Draft de 2015 trajo muchas alegrías en la franquicia. Tras más de 50 partidos con el equipo, ha promediado más de 17 puntos y 7 rebotes por noche. Desde Allen Iverson ningún rookie lideró Philadelphia en cuanto a anotación. Sobre el papel parece una gran temporada, ¿no? Sin embargo las cosas no van tan bien como parece. La temporada empezó bien deportivamente hablando, pero sus incidentes fuera de la pista no gustaron nada (se peleó en un bar, se le acusó de tener un arma de fuego y fue detectado a más de 200 km/h). Además, acaba de lesionarse en la rodilla y se perderá lo que resta de curso, pero quizás este sea el menor de sus problemas.
Los malos resultados de Okafor jugando con Noel preocupan en la franquicia. No encajan. De hecho, el equipo juega mejor con Noel de pívot y él en el banquillo. Tiene las mismas posibilidades de quedarse que de salir; y esto último ya estuvo cerca de producirse, pero todo apunta a que los Sixers se echaron atrás en el último momento del trato con Boston (ellos ofrecían su pick de Nets).
Al respecto de esa falta de entendimiento entre los dos interiores habló el entrenador del equipo, Brett Brown:
«A veces tenemos grandes alegrías, a veces grandes decepciones. No es culpa de nadie. Todos hemos hablado de esto y creo que todo el mundo entiende lo difícil que es juntar a una pareja de dos pívots. Fue terrible su defensa (Noel-Okafor juntos). Lo hemos pasado realmente mal, pero estamos mejorando y hemos aprendido mucho. Mi objetivo es que Okafor sea capaz de aprender«.
Okafor, por su parte, se muestra seguro con su progreso como jugador profesional de baloncesto:
«Estoy seguro de que puedo llamarme a mí mismo jugador de la NBA. Puedo salir ahí y jugar bien. Tengo confianza que con los compañeros que vengan el año que viene continuaré mejorando«.