Gran partido el disputado en San Antonio. Se enfrentaban el primer y tercer equipo (hasta el momento) con mayor porcentaje de victorias de la NBA. Algo espectacular, estamos viviendo historia ahora mismo, nunca antes se habían enfrentado dos equipos con tales porcentajes de victorias; Warriors tiene un espectacular 89,9% de victorias tras 69 partidos, mientras que los de Popovich están en un 85,5% en, también, 89 partidos. Una locura.
El partido tuvo atmósfera de Playoffs. Partido físico, muy duro, donde la defensa tuvo especial notoriedad. Los Warriors acabaron el partido con la peor anotación en lo que va de temporada: 79 puntos (la anterior había sido los 89 puntos contra Cleveland, el 25 de diciembre del pasado año). La defensa de los de San Antonio fue muy agobiante, dejaron a los Warriors en un pésimo 25% en triples (que tirando 36 tiene una importancia bastante destacable) y un más que justo 37’8% en tiros de campo (teniendo en cuenta que los Warriors están en un 49% de acierto el porcentaje es bastante bajo). Hablando de la defensa de los Spurs, vemos que se centraron mucho en cómo frenar a los Splash Brothers y, sin duda, lo lograron; a Curry lo apretaron hasta cuando estaba sentado en el banquillo, en ningún momento tuvo la posibilidad de levantarse tranquilo para lanzar, las instrucciones fueron concisas: Mejor una penetración que un tiro de 3 liberado. Y así fue, aunque se encontrara en un missmatch enfrentándose a LaMarcus Aldridge o Boris Diaw, estos se le echaban encima y Steph se metía en la boca del lobo, todas las ayudas posibles aunque siempre muy bien organizadas y una lluvia de manos para que no lograra sacar el balón con facilidad. La defensa, repito, ha sido clave; con todo esto el movimiento de balón no pudo ser el esperado, el ataque no fluía muy rápido y se pudo ver reflejado en los porcentajes. Así pues, vemos como Danny Green ahogó a Curry, que acabó con unos pésimos porcentajes: ¡22% en tiros de campo y 8’3% en triples! Su escudero, Klay Thompson, tampoco estuvo nada cómodo en ataque y finalizó el partido con un 35% de acierto en tiros de campo y un muy justo 14’3% en tiros de 3 puntos (promediando 47% en tiros de campo y un 42% en triples durante el resto de la temporada). Los Splash Brothers, pues, sumaron 11 de 38 en tiros de campo con un 2/19 en triples. Increíble. Aún más mérito tiene la defensa de San Antonio cuando nos paramos a ver las veces que los de la Bahía lanzaron desde la linea de tiros libres, ya que al no dejar tiros liberados y favorecer las penetraciones se podría pensar que los de Oakland se habrían aprovechado dentro, pero otra vez vemos como Popovich le ganó la partida a Kerr pues los suyos solo acudieron a la linea 10 veces durante todo el partido cuando de media van 22’7 veces por partido. De lo más destacado del equipo de la Bahía a ambos lados de la cancha fue el más que buen partido de Shaun Livingston, dio la cara e hizo que los de Oakland no se fueran demasiado pronto del partido.
Después de analizar la defensa de los texanos y el ataque de los californianos; hay de decir que Golden State tampoco defendió mal y no le faltó intensidad en lo que a defensa respecta, pues lograr que los Spurs pierdan 18 balones es todo un reto, teniendo en cuenta que pierden una media de 13 por encuentro. Y es que los de Kerr lograron 12 robos de balón cuando acostumbran a robar unos 8, contra los 4 que consiguieron los de Popovich. Además, lograron rebajar la media anotadora de los de San Antonio, dejándolos en 87 puntos teniendo ellos una media de 104’8 y con unos porcentajes más bien malos (41% en tiros de campo, aunque un buen 38% en tiros desde más allá de la linea de los tres puntos). Donde más sufrieron los californianos fue en la pintura, cuando Harrison Barnes se emparejó con Boris Diaw al inicio del encuentro y más adelante cuando se tuvo que enfrentar a Aldridge. Mucho más poderosos físicamente, se aprovecharon de la diferencia de kg y acabaron combinando 40 puntos con un porcentaje de acierto del 53%. Claro está que si Barnes sufrió en defensa eso también se trasladó en lo que a rebotes respecta, pues la diferencia fue bastante notable; Warriors terminaron con 37 rebotes mientras que los Spurs terminaron con 53 (14 de ellos ofensivos). Kawhi Leonard se aprovechó de que Klay siempre es de los primeros en subir y correr al contraataque para cargar con mucha garra el rebote y terminó con 14 (6 de ellos ofensivos). Aldridge se sumó a Leonard y también consiguió dobles cifras en el apartado reboteador, mientras que Draymond Green, Marreese Speights y Anderson Varejao sumaron 11 los tres juntos. Así es muy complicado. También cabe destacar que a causa del abuso del smallball utilizado por los Warriors, Tim Duncan empezó de suplente por 3ª vez en su carrera y, al igual que David West, solo disputó 8 minutos de partido, algo impensable pero efectivo puesto que el resultado fue la victoria de los de Texas.
Del duelo de banquillos, Kerr-Popovich, podemos decir que esta vez la inexperiencia le jugó una mala pasada a Steve Kerr. Eso sí, cabe destacar que los Warriors venían de enfrentarse la pasada noche contra Dallas y que no contaron con Iggy, Bogut, ni Ezeli; y eso trastocó los planes de Steve. Dejando de lado la poca rotación de los de Oakland, Kerr quiso empezar con un cinco muy pequeño formado por: Stephen Curry, Klay Thompson, Brandon Rush, Harrison Barnes y Draymond Green. Cierto es que le ha funcionado muy bien siempre el smallball a los Warriors, pero también es verdad que frente a San Antonio es más complicado de lo habitual y más teniendo a alguien como Popovich en el banquillo, que decidió salir con un cinco en el que sorprendía que no estuviera Tim Duncan: Tony Parker, Danny Green, Kawhi Leonard, Boris Diaw y LaMarcus Aldridge. Y, como he dicho anteriormente, Gregg pasó por encima de Steve esta vez. La estadística «+/-« lo demuestra, los cinco titulares que eligió Popovich terminaron con un +/- positivo: Parker +11, Danny Green +20, Boris Diaw +20, Aldridge +12 y Kawhi +7; mientras que los de Kerr terminaron todos con un +/- negativo: Curry -10, Klay -6, Dray -1, Harrison Barnes -17 y Brandon Rush -4. Los titulares de San Antonio se comieron a los de Warriors; y en GSW dos de los mejores jugadores que tuvieron son suplentes (Shaun Livingston y Leandro Barbosa). Lo que cuesta más de creer del equipo californiano es el -12 de Varejao en tan solo 6 minutos; no era partido para él.
Fue un gran encuentro, sin lugar a dudas, pero seguro que los que nos esperan en una más que posible Final de Conferencia tendrán ese extra de PlayOffs que tanto nos atrae. Los Warriors deben olvidar este encuentro rápidamente y pensar que con 69 partidos disputados tienen el mejor récord. Mientras, los de Gregg Popovich han igualado la serie contra los Warriors en Regular Season, dejándola 1-1, y seguro que si los actuales campeones llegan a despistarse podrían incluso sufrir para llevarse el título de la Conferencia Oeste.