Si Chris Paul ya era imprescindible…

Diferencia entre el mejor ataque y el peor
Fuente: Sean Davis (CC)

Chris Paul se ha convertido en el referente absoluto de los Ángeles Clippers, de eso no existe ninguna duda. Tras la lesión de Griffin el base se ha echado el equipo a la espalda y trata de mantener al equipo en una buena posición de cara a la lucha de la post-temporada. Sin embargo, esto no se trata de una mera impresión, sino que los datos así lo demuestran. De hecho, los datos revelan mucho más.

Blake Griffin no ha jugado desde navidad. En los 39 partidos que los Clippers han jugado desde entonces, la presencia en cancha de Chris Paul supone para los Clippers la diferencia entre tener el mejor ataque de la NBA y el peor de toda la competición. Literalmente.

Con Paul en la pista desde el 26 de Diciembre, los Clippers han anotado 113.0 puntos por cada 100 posesiones, lo que significa empatar en el primer puesto de dicho aspecto con los Golden State Warriors durante el mismo periodo de tiempo. En los cerca de 600 minutos que Paul ha estado fuera de la cancha durante este tiempo, el ataque de los angelinos ha logrado unos pobres 97.2 puntos por cada 100 posesiones menos, lo que significa casi 16 puntos menos que con el base en la pista y supone el peor ránking de toda la NBA.

Dos estadísticas cuentan con cifras similares desde la lesión de Griffin y merecen ser reseñadas:

  • El porcentaje de acierto en tiros de campo disminuye desde un 48.4% con el base en cancha a un 42.8% cuando no es él quien dirige el juego.
  • El ratio de asistencias y pérdidas también disminuye de 2.1 con Paul a los mandos a 1.3 sin él.

Ambas cifras sin Paul serían de las tres peores de la NBA en ambos apartados.

El enorme desplome del ataque del equipo (más de 16 puntos por cada 100 posesiones, como ya hemos comentado) supone que el impacto de Paul en el juego de su equipo es el mayor de toda la NBA desde el 26 de diciembre hasta ahora. Ningún jugador ha influido más en el ataque de su equipo durante todo este periodo de tiempo. En este ránking le siguen, aunque a distancia, el polivalente ala-pívot de los Warriors Draymond Green (12.6 puntos de diferencia por cada 100 posesiones) y el más que probable MVP de la competición, Stephen Curry (11.9 puntos de diferencia). Si tomamos este apartado estadístico como referencia, Chris Paul es el jugador más importante en ataque en toda la NBA desde la lesión de Blake Griffin.

Con el ala-pívot de baja, Paul es básicamente el único creador de juego del equipo. Desde el inicio de la competición hasta el día de Navidad, Paul daba el 32.5% de las asistencias del equipo. Desde entonces, Paul ha incrementado este número hasta el 46.6% de asistencias del equipo, casi la mitad, y reparte casi cinco veces más asistencias que ningún compañero de los Clippers en este periodo.

Otro dato demoledor es el hecho de que hasta el último partido de los de Doc Rivers, Griffin se mantenía como el segundo jugador del roster con mayor número de asistencias repartidas (149). En el último partido fue superado por Jamal Crawford, que contabiliza un total de 150. Increíble dato teniendo en cuenta los más de dos meses y medio de ausencia de un jugador que además es interior y que promedia más de 23 puntos por partido. Hay datos para estar más que preocupados en ese aspecto.

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