Ya hemos hablado miles de veces acerca de cuán equivocados estábamos todos acerca de las posibilidades de Portland de cara a este curso, y también hemos analizado ya el papel del entrenador Terry Stotts en la gran temporada de los Trail Blazers y, aunque tampoco nos hemos quedado cortos alabando el espectacular curso de su estrella, Damian Lillard, es justo reconocer que no siempre ha sido así.
Ahora, llevando a los PlayOffs de manera sorprendente y brillante a su escuadra, Lillard está consiguiendo mayor reconocimiento a lo largo y ancho del mundo NBA. Kevin Palton, escritor para ESPN InSider, escribía recientemente que el líder de Portland sería nominado para los All-NBA Teams, haciéndose con la hipotética última plaza en el tercer equipo junto a James Harden, por detrás de Stephen Curry y Russell Westbrook en el primero, y de Chris Paul y Kyle Lowry en el segundo. Apenas hay dos plazas por conjunto para exteriores, lo que hace aún más difícil recibir este honor.
John Wall, Klay Thompson, DeMar DeRozan, Isaiah Thomas o Kemba Walker podrían perfectamente encontrarse en la lucha, pero entre el éxito colectivo de los Blazers y el espectacular estado de forma de Lillard es bastante probable que el de Portland logre estar ahí. Harden es tal vez el caso más polémico, puesto que mientras sus números en ataque siguen siendo tremendos, su nula defensa y la desastrosa situación de sus Rockets le hacen el caso más débil, en mi opinión.
Tras quedarse fuera del All-Star por derecho propio por segundo año consecutivo – la temporada pasada entro, pero sustituyendo al lesionado Blake Griffin – y ser cortado de la selección estadounidense para el último Mundial, el ex de Weber State ha elevado su juego a otro nivel y ha entrado en el panteón de las superestrellas de la NBA. A pesar de haber despuntado desde su debut con los Blazers, la presencia de LaMarcus Aldridge en Portland hizo que estuviese a su sombra en sus primeras campañas como profesional, pero sin el ala-pívot la franquicia está totalmente en sus manos.
El base californiano está promediando 25,8 puntos, 6,9 asistencias y 4,2 rebotes por partido con un 38% de acierto en 8 triples intentados cada noche, un volumen solo superado por el MVP, Curry, y empatado por su compañero en los Warriors, Thompson. Con él en pista los Blazers son 7,1 puntos mejores por cada 100 posesiones y, con apenas 25 años, el techo de Lillard cada vez parece más alto.