Con el final de la temporada regular en el punto de mira, el tema que monopoliza las conversaciones actualmente en San Francisco es si los Golden State Warriors serán capaces de batir el récord de 72-10 de los Chicago Bulls de la temporada 95-96′, y aunque parece que los Warriors tienen muchas posibilidades de hacer posible este hecho, hay piedras bastante grandes en el camino hasta el día 13 de abril, cuando Stephen Curry y sus compañeros den por finalizada la temporada en el Oracle Arena, frente a los Memphis Grizzlies.
Según el medio Sports Line, las posibilidades de batir el récord ascendían a un 69’4 % antes de jugar el partido contra Los Angeles Clippers, aunque tras esta victoria clave, pocos rivales pueden hacer frente a estos Warriors, salvo los dos enfrentamientos que tendrán contra San Antonio en las próximas fechas, teniendo en cuenta que nadie ha sido capaz de batir a los Spurs en el AT&T Center, que tendrán que visitar una vez más.
En lo que se refiere a posibles adversidades, está el hecho de cómo va a afrontar Steve Kerr los próximos partidos, y si dará descanso a sus jugadores, aparte del hecho de que actualmente Andrew Bogut, Iguodala y Festus Ezeli se encuentran lesionados, pero se espera que retornen próximamente a la rutina del equipo. Por su parte, Steve Kerr ha dejado claras cuáles son sus intenciones, referido a dar descanso a sus chicos:
«El descanso necesita ser mental, físicamente noto al equipo bien, y en especial a Stephen Curry, sus piernas están en perfecto estado» declaraba a CSNBayArea.com.
Por tanto, ahora más que nunca, los Warriors tienen en su mano sobrepasar el récord, ya que salvo las visitas a Utah, Memphis y San Antonio, el resto de partidos los jugarán como locales, y contando el 33-0 que actualmente tienen en el Oracle Arena, no será un problema alcanzar las 70 victorias, como mínimo.