Desde el principio, el Real Madrid hizo aguas en defensa y en ataque. Los griegos se aprovecharon del frío arranque, escasa garra y nulo acierto de su oponente para, a base de lucha y dominio del rebote ofensivo, ir cogiendo sus primeras ventajas en el marcador.
El Real Madrid no dio con la tecla del partido desde el principio, mientras que los griegos, alentados por su público, a base de lucha y dominio bajo los tableros fueron abriendo sus primeras ventas, 14-4 a 5:31 para el final del primer cuarto después de dos triples de Mantzaris, y primer tiempo muerto de Laso. Sergio Llull lideró una pequeña remontada que acercó a los blancos, 23-17 al final de los primeros 10 minutos.
En el segundo, volvió a salir el equipo blanco sin ideas ni la garra suficiente para ganar en el Pireo, lo que volvieron a aprovechar los locales para endosarle un parcial de 11-2 en cuatro minutos que les puso quince arriba tras una canasta de un acertado Hakim Warrick (34-19).
En el segundo cuarto, los de Sfairopoulos salieron con una marcha más que los blancos, un parcial de salida de 11-2 daba a las a los locales ante el delirio de su afición. Poco a poco, y gracias en parte al colosal trabajo de Hakim Warrik debajo del aro, los griegos iban abriendo una brecha cada vez mayor, por encima de los 12 puntos de colchón que llevan los blancos gracias al partido de la primera vuelta. Un triple de Spanoulis sobre la bocina cerró el segundo cuarto, 53-33.
Con sendas técnicas a Sergio Rodríguez y Felipe Reyes se reanudó el partido. Los hombres de Pablo Laso mejoraron algo su defensa y el juego se igualó, aunque una antideportiva aMaciulisy una tercera técnica, en este caso al banquillo blanco, elevó a 23 la renta griega en el ecuador del tercer cuarto (64-41).
Una reacción del Real Madrid con dos triples de Nocioni y otro de Rivers les permitió dominar dicho periodo por un solo punto (20-21) y, con diecinueve de desventaja, afrontó los últimos diez minutos con el reto de salvar al menos los doce puntos de diferencia que logró en el Barclaycard Center.
La tripleta ofensiva formada por Mantzaris, Spanoulis y Printezis, con 19, 18 y 17 puntos respectivamente, elevó a 99 puntos la producción ofensiva de un equipo cuya media anotadora en el torneo era de 75 puntos y complica el futuro europeo del actual campeón continental.
Olympiacos (23+30+20+26) 99: Spanoulis (18) Mantzaris (19) Papanikolaou (8) Printezis (17) Milutinov (4) – Johnson-Odom (4), Hunter (5), Strawberry (5), Warrick (8) y Hackett (5).
Real Madrid (17+16+21+30) 84: Llull (17) Carroll (11) Maciulis (6) Reyes (6) Ayón (7) – Rivers (17), Chacho (11), Nocioni (9), Lima, Rudy y Taylor.