«Me gustaría que los periodistas me dejaran de hacer preguntas sobre cómo de buenos pueden llegar a ser. Tenemos 25 victorias. Mis jugadores todavía tienen que aprender a jugar al baloncesto».
Así de contundente empezó la intervneción del entrenador de los Wolves después de la dura derrota por 20 puntos (79-99) sufrida en casa en el último partido. Y sí, intervención en lugar de rueda de prensa porque Sam Mitchell no aceptó preguntas de los periodistas después.
Y la verdad es que Minnesota había adquirido una buena ofensiva, promediando más de 107 puntos por partido desde que finalizara el All-Star, pero se encontraron contra un muro llamado Clippers, y personificado en el jugador angelino, DeAndre Jordan, que consiguió amargar a Towns, único jugador que hizo un partido a la altura (16 puntos y 11 rebotes).
Tras la dura derrota, Zach Lavine comentó lo siguiente:
«Mitchell puede decir lo que quiera, pero la verdad es que no hicimos un buen partido. Nuestra ofensiva se estancó; no hicimos muchos lanzamientos y no estuvimos al nivel físicamente. Ellos simplemente han jugado mejor».
Mirando las estadísticas encontramos con que el quinteto titular tan sólo aportó 35 puntos, siendo el mejor el mencionado Towns y, por lo contrario, Zach LaVine, que terminó con una noche para olvidar con 0 puntos y un 0-6 en TC. La pobre actuación de los titulares hizo que algunos jugadores de banquillo cogieran cierto protagonismo, como es el caso de Bjelica (14 puntos, 7 rebotes) y Shabazz Muhammad (11 puntos, 8 rebotes).