La aparición de un vídeo grabado por D’Angelo Russell, en el que Nick Young confesaba haberle sido infiel a su prometida, la famosa cantante australiana Iggy Azalea, con una chica de 19 años en una noche de fiesta, hizo saltar todas las alarmas en la franquicia californiana. D’Angelo Russell se había saltado el código entre jugadores, revelando intimidades de su compañero de equipo. Lo que puso su cabeza en manos de Mitch Kupchak y los Buss quienes podrían hacerla rodar el próximo verano con tal de librarse de un jugador tóxico, con el que ningún jugador tendría confianza suficiente para querer compartir vestuario.
Los rumores estallaron y parecía que no iba a ser fácil deshacerse de un chivato, ya que ninguna franquicia estaría interesada en tenerle en sus filas, parecía que la carrera de D’Angelo Russell podía acabarse antes de empezar. Pero finalmente todo ha quedado en eso, rumores. Fuentes internas de los Lakers aseguran que el equipo cuenta con el jugador pese a lo que ha pasado y esperan que el tiempo despeje este error de novato e inmaduro. El potencial de D’Angelo Russell es más que evidente y los Lakers no van a dejarle ir, quieren que sea una pieza clave para el futuro de la franquicia y construir un equipo ganador a su alrededor.
Dependerá del propio jugador ganarse la confianza de sus compañeros de equipo, y demostrar en el parqué que el habla en la cancha y no sólo se le conoce por sus líos fuera. Una responsabilidad muy grande para un chico de 20 años, que lo tiene todo para entrar en lo más alto de la historia de los Ángeles Lakers, si juega bien sus cartas.