Luego de haber transitado un largo tiempo hasta haber encontrado un buen estado de forma, uno de los hombres grandes del Magic, Dewayne Dedmon, supo como hacerse de buenos minutos y aumentar su rendimiento durante los 13 partidos que estuvo ausente el pÍvot titular Nik Vucevic.
Dedmon, ex jugador de Sixers y Warriors, de 26 años de edad, tuvo en esos partidos un promedio de 6.2 puntos y 6.1 rebotes por juego. Una correcta labor en defensa, rebotes y una buena predisposición para el pick and roll hicieron ver una evolución en su juego, como así también una garantía para el entrenador, Scott Skiles, de saber que puede contar con él cuando la necesidad lo amerite.
Dentro de todos los problemas que generó en la estructura de juego la ausencia de Vucevic, Dedmon supo hacerse un lugar, para mostrarse, para seguir progresando dentro de su juego y también para que desde la franquicia evalúen si conviene mantenerlo en el roster, más teniendo en cuenta la próxima Agencia Libre donde ya se sabe que la gerencia de Orlando saldrá muy agresivamente a la búsqueda de un pívot. Dedmon, por tanto, mostró cualidades y credenciales para que sepan que pueden contar con él, y que el equipo tiene en el banquillo un jugador de garantía plena.