Los Portland Trail Blazers iniciaron con muchas dudas la temporada 2015/2016. La marcha de jugadores en la agencia libre, donde se marcharon cuatro jugadores del quinteto inicial (Robin López, LaMarcus Aldridge, Nicolas Batum y Wesley Matthews), llevaba a pensar que sería una temporada de transición. Sólo quedaba Lillard del quinteto inicial, y necesitaría la ayuda de otros jugadores, incluso, para llegar a las 30 victorias. Se trajeron jugadores como Al-Farouq Aminu, Maurice Harkless, Ed Davis, Mason Plumlee, Gerald Henderson; más los jugadores que estaban ya la temporada anterior, que deberían dar un paso al frente. Y la verdad es que a estas alturas se hayan conseguido 42 victorias, supera los mejores presagios puestos en la franquicia de Oregón.
Uno de los jugadores que ha dado un paso al frente es: C.J. McCollum. Sin duda, el máximo candidato al premio al jugador más mejorado.
McCollum fue seleccionado en el draft del 2013 por los Portland Trail Blazers, en el puesto 10 de la 1ªronda. Tras dos temporadas dubitativas, en ésta se está erigiendo como protagonista, no solo asumiendo tiros, sino capacidad de liderazgo y dirección. Tras la pareja Curry-Thompson, el dúo que forma con Lillard son la que más anota en la NBA.
No pudo empezar en la temporada de rookie por culpa de una lesión, que le haría pasar por el quirófano. Los Blazers le asignaron a su equipo de la D-League, los Idaho Stampedo, pero fue recuperado al poco. En esta temporada disputó un total de 38 partidos, con una media de 5,3 puntos en 12,5 minutos por encuentro.
La segunda temporada transcurriría prácticamente igual. Jugó un total de 62 partidos, promediando 6,8 puntos en 15,7 minutos por partido. Pero en los PlayOffs de ese año cambió todo. La lesión del escolta titular, Wesley Matthews, provocaría el aumento de minutos para el escolta de Ohio. En la serie contra los Memphis Grizzlies elevó sus números a 17 puntos en 33,2 minutos por encuentro. Anotó cifras dobles en tres de los cinco partidos, con el tope de 33 puntos en el último encuentro.
En esta temporada sería donde tendría que demostrar su potencial, tras los excelentes PlayOffs de la campaña pasada. Comenzó con un rol de tirador, segunda opción tras Lillard, pero Terry Stotts le ha dado galones para crear juego, compartiendo balón muchas veces con Lillard, sobre todo en situaciones de pick and roll.
Su habilidad para manejar el balón, junto a su alto IQ y el talento para tirar con oposición, le han convertido en uno de los mejores escoltas de esta liga.
Esta temporada está promediando 20,8 puntos, 3,3 rebotes y 4,2 asistencias por partido en 34,8 minutos. Esta temporada ha logrado su career high en puntos, asistencias, rebotes y robos. El 28 de octubre de 2015 anotó 37 puntos ante los New Orleans Pelicans. En Sacramento el 27 de diciembre, capturó 11 rebotes. Contra los Lakers, repartió 10 asistencias. Mientras que en el apartado de robos, un total de cinco en dos partidos esta temporada: Milwaukee Bucks y Philadelphia 76ers. Datos que corroboran la mejoraría del escolta.
A falta de tres partidos para que empiecen los PlayOffs, los Blazers necesitarán la mejor versión de McCollum. De momento, se mantienen sextos en el oeste, a medio partido de los Memphis Grizzlies.
Aún le quedan facetas por mejorar. La defensa es uno de ellos; o en el ratio de asistencias/pérdidas de balón, donde no está entre los destacados de la liga, con un 1,72. Sin duda a mejorar, sobre todo en una posición como la de escolta, puesto donde compartes mucho el balón con el base.
McCollum (24) puede ser un jugador que marque le diferencia tanto en ataque como en defensa, mejorando mucho la temporada anterior en todos los aspectos. Veremos en los PlayOff y en la siguiente temporada si es capaz de mejorar, lo que le permita alcanzar cotas mayores.