Durante este pasado verano que daría pie a la temporada 2015-2016, los Chicago Bulls, de la mano de Gar Forman, actuaron al más puro estilo del mismo, sin duda alguna, no realizando ni una sola incorporación en la plantilla, más allá de la del rookie Bobby Portis y la baja del veterano Nazr Mohammed. De hecho, la incorporación más importante de todo el verano para los de Illinois fue la del nuevo entrenador, Fred Hoiberg, que venía con un nuevo plan de juego bajo el brazo. A estas alturas no sabemos ciertamente dónde quedó dicho plan, pero en el lugar en que no lo encontraríamos durante todo el año sería en la pista.
Lo cierto es que a pesar de que este iba a ser el Año 1: Post Thibodeau, las expectativas de la franquicia no cambiaron en absoluto, no tan solo desde el interior de la misma, sino que toda la NBA consideraba que la franquicia de Chicago iba a ser un año más la mayor montaña que LeBron James debería escalar para acceder de nuevos a las finales de la NBA. Nada más lejos de la realidad.
La calma que precede a la tormenta
Los Chicago Bulls tendrían su debut de temporada frente a su mayor némesis: Los Cleveland Cavaliers de «The King», en un partido con mucha expectación. Los de Illinois no decepcionaron a aquellos que acudían al United Center y les otorgaron la primera victoria de la temporada por un ajustadísimo 95-97.
Habiendo superado los 4 primeros partidos de la temporada los Bulls se situaban con un balance de 3 victorias y 1 derrota, un inicio de temporada esperanzador. Sin embargo, el quinto partido de la temporada dejaría entrever unas sombras que acabarían ahogando a la franquicia de Chicago. Los Hornets destruían por completo al conjunto de Fred Hoiberg con un resultado final en el marcador de 105-130, un absoluto despropósito de partido.
Los encuentros se iban sucediendo uno detrás de otro y a pesar de la pésima derrota cosechada en Charlotte los Bulls lograban mantenerse firmes en la Conferencia Este, llegando incluso a derrotar a los San Antonio Spurs por 89-92 el pasado 1 de diciembre.
Un nuevo punto de inflexión de la temporada ocurriría el 19 de diciembre frente a los Detroit Pistons, donde los Bulls acabarían cayendo por 147-144 tras 4 tremendas prórrogas. En este encuentro Derrick Rose y Jimmy Butler superarían ambos los 50 minutos de juego, y junto a Pau Gasol anotarían 107 de los 144 puntos del equipo. tras este encuentro los Bulls perderían 2 encuentros de forma consecutiva frente a algunos de los peores equipos de toda la liga: New York Knicks y Brooklyn Nets. Hay que decir que este momento de la temporada no sería el único que los de Carmelo Anthony aprovecharían para hurgar en las heridas de los de Illinois.
Durante esos mismos días, Jimmy Butler haría las ya tan famosas declaraciones en las que increpaba en cierta manera a Fred Hoiberg por no entrenar a sus jugadores con la suficiente dureza. Este fue probablemente uno de los primeros momentos que tanto daño acabarían haciendo al vestuario de los Bulls.
La debacle
Los Chicago Bulls comenzarían el 28 de diciembre una racha de victorias que finalizaría el 7 de enero, sumando 6 victorias en su casillero. Tras esto, los Bulls perderían 4 de sus siguientes 5 partidos, aunque esto no sería lo único que perderían por el camino, ya que decían adiós a Joakim Noah para lo que restaba de temporada. El pívot francés de los Bulls ha disfrutado probablemente de la peor temporada de su carrera, con un mal inicio de la misma al aceptar a regañadientes el rol de suplente que Fred Hoiberg le tenía preparado, y los posteriores problemas físicos que le impedirían recuperar su valor como titular, tal y como había pretendido hacer al comenzar la temporada.
La pérdida de Noah fue tremenda para los de Illinois, no desde un punto de vista puramente deportivo, ya que el francés, a pesar de tener ciertos flashes de buen juego, no estaba ni mucho menos en su máximo esplendor. Donde más se notó la baja del pívot fue en el aspecto anímico. La dislocación de hombro redució tremendamente su movilidad, y no se le permitió tan siquiera estar en el banquillo con sus compañeros, por lo que el equipo perdió la mayor voz del vestuario en los últimos años.
Desde ese momento en adelante la inconsistencia se convirtió más que nunca en la seña de identidad del conjunto de Illinois, además de que las múltiples lesiones, ya fueran de Rose, Butler o Gasol, no ayudarían en absoluto, llegando a sumar una racha de 5 derrotas consecutivas que comenzaría el 5 de febrero frente a los Denver Nuggets, y no se detendría hasta que se lograra la victoria el día 19 del mismo mes, frente a los Toronto Raptors, y ante los cuales cabe destacar que los Bulls jugaron probablemente sus encuentros más cómodos de la temporada. Ya fuera Jimmy Butler, Doug McDermott o cualquier otro, frente a los canadienses siempre encontraríamos un jugador de Chicago que lograría sumar hitos personales y acabaría conduciendo al equipo hacia la victoria.
Hasta el final de la temporada los Bulls no lograrían sumar rachas positivas que les valiera el adelantarse con creces al 50% en victorias, y 3 inesperadas derrotas (2 consecutivas frente a Knicks y en condición de back to back, y otra frente a los Magic de Orlando) acabarían dilapidando toda esperanza del conjunto de Fred Hoiberg para acceder a la postemporada.
Los de Illinois finalizarían el año con un balance de 42 victorias y 40 derrotas, poniendo fin a la temporada y quedándose sin Playoffs por primera vez desde el año 2008.
Jugadores destacados
La decepción
Tony Snell (Cristian Miguel @ReddenSalad)
Este año probablemente se consumaba como la última oportunidad para Snell de explotar en los Chicago Bulls, y una vez más, ha decepcionado. No solo ha realizado la peor temporada de su carrera desde que llegara a la NBA, sino que su actitud no ha sido para nada positiva.
Año tras año Tony Snell ha recibido todas las oportundiades y la confianza del mundo, incluso bajo el mandato de Tom Thibodeau, alguien poco interesado en el desarrollo de jóvenes jugadores como bien conocemos. Con Fred Hoiberg la cosa no cambió, al igual que las lesiones, que mermaron al equipo durante gran parte de la temporada y dando una vez más nuevos minutos de juego a Snell.
Más minutos, menos incidencia, peor eficiencia. Así simplemente podríamos resumir la temporada 2015-2016 de Tony Snell. Tal fue la pésima impresión que acabaría causando en Fred Hoiberg, que tras la franquicia de Illinois lograra ir, más o menos, recuperando efectivos, Snell acabaría disputando únicamente 6 de los últimos 22 encuentros de la temporada. Un completo desastre de año y que le hace perder el poco crédito que le quedaba.
Derrick Rose (Nico Cruz @NicoCruzCampos)
El de Memphis ha cuajado su temporada más regular en cuanto a lesiones de los últimos años, por lo que debía de recuperar su mejor rendimiento acompañado de una mejoría en su físico. Sin embargo, el que fuera MVP ha decepcionado con su nivel a todos los fans de los Bulls, quienes veían a un base que trataba de ejercer de líder sin las capacidades necesarias para hacerlo.
La Promesa
Bobby Portis (Cristian Miguel @ReddenSalad)
El ala-pívot de la Universidad de Arkansas ha sido la mejor noticia de los Bulls junto a la aparente explosión anotador de Doug McDermott. Portis ha finalizado el año con unos promedios de 7 puntos y 5.4 rebotes en 17.8 minutos por partido, con un 42% de efectividad en tiros de campo.
«Ojos Locos» Portis ha demostrado ser el perfecto prototipo de 4 abierto para la NBA moderna, y sobre todo, para el esquema de Fred Hoiberg. Un tiro todavía por pulir pero con la suficiente capacidad para ser ampliado hasta el triple, acompañado de una tremenda agilidad y verticalidad que le permitirán convertirse en un muy interesante reboteador en cuanto mejor físicamente y en el apartado de fundamentos.
Probablemente su mayor debilidad a día de hoy sea su capacidad defensiva, aunque, cabe destacar que es un apartado en el que ha mejorado según avanzábamos en la temporada, por lo que la capacidad de progresión es algo que no se puede poner en duda.
Los Chicago Bulls hicieron bien en escogerle cuando extrañamente cayó hasta la 22ª elección del Draft, y promete muchas alegrías en el futuro para la afición de la franquicia de Illinois.
Por determinar (Nico Cruz @NicoCruzCampos)
En un año totalmente propicio para que cualquier jugador joven y ambicioso, sabidas las numerosas lesiones que han sufrido los jugadores más importantes del roster, demostrase sus capacidades y se hiciera un nombre en la NBA, ni el rookie Bobby Portis contó con los minutos que necesita, ni ningún jugador ya experimentado como Mirotic o McDermott han dado un paso al frente suficiente en los Chicago Bulls.
La estrella
Jimmy Butler (Cristian Miguel @ReddenSalad)
Jimmy Butler volvió a demostrar esta temporada el porqué del máximo que los Bulls decidieron firmarle hace tan solo unos meses atrás. El ex jugador de la universidad de Marquette ha finalizado la temporada con career-highs tanto en el apartado de puntos por partido (20.9) como en el de asistencias (4.8), enseñando a todo el mundo que cada año que pasa va a más.
El momento más espectacular de la temporada para Jimmy fue probablemente la segunda mitad en un encuentro frente a Raptors, cuando logró anotar 40 puntos en únicamente los dos últimos cuartos, rompiendo un récord de franquicia establecido por el mismísimo Michael Jordan.
Cabe decir que la temporada de Jimmy no ha trascendido todo lo perfectamente que uno hubiera deseado. Una lesión en la rodilla frente a los Denver Nuggets (de la cual todavía se tiene dudas sobre su alcance), además de una palpable tensión en el vestuario entre los jugadores que le ven como líder y aquellos que no lo hacen, no han acompañado al jugador de Bulls todo lo buenamente que uno esperaba.
A pesar de todo, Butler se postula como la piedra angular del proyecto de los Chicago Bulls, y sus intenciones de convertirse en el absoluto líder de la franquicia son más que obvias.
Mención especial a Derrick Rose y Pau Gasol en este apartado, que junto a Butler han sido los principales baluartes del equipo, demostrando uno que puede volver a la élite del baloncesto y el otro que todavía le queda mucho baloncesto a pesar de la edad.
Pau Gasol (Nico Cruz @NicoCruzCampos)
A pesar de los grandes partidos realizados por Butler, con actuaciones estelares en los últimos cuartos, sus constantes lesiones hacen más merecedor de este galardón a todo un jugador de 36 años que hace dos todo el mundo daba por retirado, y que actualmente acumula dos presencias consecutivas en el All-Star.
Mención especial de la redacción: Portis y Felicio (revelación) / Butler y Gasol (MVP’s) / Noah y Mirotic (Decepciones)
Valoración de la temporada
Por Cristian Miguel @ReddenSalad
Fracaso. Absoluto y completo fracaso. La única palabra que podría acompañar sería la de decepción. Los de Illinois tenían como objetivo llegar una vez más a la final de conferencia, y por qué no, derrocar a «The King». Nada más lejos de la realidad. Una serie de catastróficas desdichas se han encargado de brindar a los aficionados una de las temporadas más desconcertantes en la historia de los Bulls, a pesar de no contar con un récord realmente malo.
Los cambios son necesarios, pasando por los jugadores hasta el cuerpo técnico, y como no, la directiva. Probablemente donde únicamente veremos caras nuevas será en aquellos que compiten en pista, aunque los de más arriba deben cumplir con su cometido: encontrar un nuevo grupo de jugadores que traiga la intensidad y la garra que tanto ha faltado esta temporada. Gar Forman y John Paxson no se pueden permitir un nuevo fracaso, ya que están más en la cuerda floja que nunca.
Por Martín Barrientos @tinbarrientos
Los toros de Chicago tuvieron una temporada para el olvido. Quizás nombrar el término temporada sea injusto, ya que el equipo funcionó muy bien en el año 2015, culminando el mismo con una seguidilla de victorias que lo posicionaban en el segundo lugar de Conferencia por detrás de los Cavs, rival que lo venció la mayoría de las veces que se lo enfrentó.
Se llegó a pensar que con un Derrick Rose recuperado y un Jimmy Butler funcionando a la perfección, los Bulls se podían meter en una nueva final de NBA. Sin embargo todo cambió: las lesiones de muchos jugadores perjudicaron el funcionamiento del equipo, que ante equipos débiles mostraban una pobre actuación, hecho que sentía en la tabla de posiciones, ya que derrota tras derrota los Bulls veían un segundo puesto de Conferencia lejos, tan lejos que se peleó en todo el 2016 por ingresar a los Playoffs.
A este equipo el año 2016 no le cayó muy bien, sus números son muy negativos, y dejaron a una franquicia muy grande fuera de Playoffs.
Por Alberto Rodríguez @Alberto90RM
UN COMPLETO DESASTRE. El gigante que Forman pretendió diseñar para esta temporada se destruyó a medida que avanzaba la misma. En ningún momento la franquicia demostró unión y salvo algunos destellos de los diferentes jugadores, Chicago Bulls no ha jugado como equipo este año. Cuando el base titular promedia 4.7 APP y está muy cerca de jugadores como Gasol y Butler (4.8 y 4.1) sabes que la cosa no va a funcionar. No existía circulación (22.8 APP) ni los triplistas anotaban (37.1%), el juego que el nuevo entrenador pretendía instaurar no podía funcionar.
Todo comenzaba con la esperanza de que Rose volviera a su nivel MVP, y sus problemas de visión ya nos mostraban que iba a ser otro año igual. El equipo era demasiado irregular, capaz de ganar 3-4 partidos seguidos y también de perderlos, pero con la lesión de Noah y la baja de Mirotic y Butler tras el All-Star, el equipo se hundió definitivamente y nadie supo dentro del vestuario cómo subir la moral y aumentar la intensidad del equipo para ganar los partidos decisivos. Resultado: A LA MALDITA CALLE.
Por Nico Cruz @NicoCruzCampos
Otro decepcionante año marcado por las lesiones, los errores de planificación y las excusas. Esta temporada, los Bulls han perdido la que probablemente fuese la última oportunidad de optar a hacer algo serio en la liga con este proyecto liderados por el “Big Three” de Pau Gasol-Butler-Rose. Y es que, tras ni siquiera conseguir entrar en los Playoffs, Pau Gasol saldrá de su contrato con los de Chicago en busca de un nuevo destino donde sí le garanticen competir por el anillo. Los Bulls perderán a su mejor jugador esta temporada. Les queda el binomio Butler-Rose, pero eso parece muy insuficiente para lograr los objetivos de una franquicia con tanto peso en la NBA como los Chicago Bulls.
Toca reconstrucción, definitivamente. Rose no ha recuperado ni el 50% de su mejor nivel, aunque sigue actuando en cancha como si de un MVP se tratase (perjudicando claramente a su equipo). Quizá sea el momento de deshacerse de Rose y de dejar a Butler disfrutar de sus mejores años como profesional en un equipo donde pueda lograr todas sus asipraciones. Seguramente, la deficiente dirección de Forman deba coger al toro por los cuernos, y hacerse con una estrella joven y rehacer el proyecto desde cero, ya que el presente está viviendo sus últimos coletazos de realidad.