Cuando te enfrentas a dos colosos de la Liga y tienes a tu equipo en cuadro por culpa de las lesiones, se hace muy difícil optar a la victoria y dar la cara a pesar de toda la intensidad y voluntad que seas capaz de ofrecer. Eso le está ocurriendo a los Dallas Mavericks en su serie frente a Oklahoma City Thunder. Los de Rick Carlisle están haciendo gala de su gen competitivo sin rendirse hasta el final por muy cuesta arriba que esté la situación, pero delante tienen a un rival muy serio y enrabietado tras perder en su casa el segundo partido de la serie.
Anoche, en el American Airlines Center de Dallas, los Thunder volvieron a derrotar a los Mavs (119-108) en su casa y ya se preparan para darles la estocada final en Oklahoma en la madrugada del lunes. Con la de ayer, los jugadores de Donovan han conseguido las dos victorias como visitantes en territorio texano, lo cual pone el 3-1 en la serie y les postula aún más como claros favoritos para acceder a la semifinal del Oeste. Después de una actuación estelar en el tercer partido, Durant volvió a estar discreto ayer. Su porcentaje no fue tan horroroso como en el segundo encuentro, pero sí se quedó por debajo de los 20 puntos.
Su relevo en ataque lo tomó el otro líder del equipo, Russell Westbrook. El base mostró su lado más generoso al repartir nada más y nada menos que 15 asistencias. Es cierto que amasa demasiado el balón, pero su registro de pases a canasta este año está siendo irreprochable. No contento con este dato, el bueno de Russell anotó además 25 puntos. Una de las armas más letales de los Thunder anoche fue Enes Kanter, quien sumó 28 puntos con un 12/13 en tiros de campo.
Por parte de los Mavericks, es de obligada mención Dirk Nowitzki. Lo del alemán dejó de tener palabras hace tiempo, pero sigue dando lecciones de calidad y sacrificio. Fue el mejor de su equipo una vez más con 27 puntos y 8 rebotes. Junto a él, destacó Matthews con 19 puntos y con una defensa muy poco valorada en la NBA. Raymond Felton volvió a ejercer de director de orquesta repartiendo 11 asistencias y anotando 19 puntos (parece que Carlisle ha conseguido recuperarlo del destierro).
Poco más se puede destacar en Dallas en términos individuales. Pero sí hay que alabar lo incansables que son como conjunto y la capacidad que tienen para continuar batallando a pesar de todos los contratiempos que están sufriendo. A las bajas permanentes de Parsons y Evans, hay que añadir que Devin Harris está jugando con un dedo del pie roto, que David Lee y Barea arrastran molestias desde el primer partido de Playoffs, y que Deron Williams se ha perdido algunos partidos por una hernia y los que ha jugado ha sido infiltrado. Ayer el base comenzó el partido, pero tras un minuto de juego, chocó contra la mesa de control y no volvió a jugar. A esta lista de bajas se unió anoche Mejri, que abandonó el partido a falta de 7 minutos por una dolencia en su cadera. No parece grave, pero es duda para mañana.
Con todo esto, la serie queda muy descafeinada y los más razonable es que los Thunder pongan mañana en su casa el punto y final a la temporada de los Mavericks mientras ellos logran acceder a la semifinal de la conferencia Oeste. Los de Dallas no entregarán la cuchara con facilidad, pero el factor cancha y, sobre todo, la diferencia de calidad entre ambas escuadras, hacen muy difícil que la serie vuelva a Texas.