El hype que está generando la llegada del nuevo entrenador y jefe de operaciones a Minnesota, Tom Thibodeau, está por los aires. A la espera de ver lo que depara este verano, con la lotería del Draft y el futuro de Garnett dentro (o no) de la franquicia incluidos, las expectativas para la temporada que viene no podrían ser más altas. El propietario de la franquicia, Glen Taylor, ha asegurado poder formar un equipo campeón dentro de poco.
Tanta es la ilusión que ha producido la contratación de Thibs, que puede llegar incluso hasta el hombre más poderoso del planeta, el presidente estadounidense Barack Obama. O eso es lo que deseaba Thibodeau en una entrevista con Jerry Zgoda, de la revista Star Tribune, pidiéndole que cambiara sus colores rojos de los Bulls y se pasara a la camada de los Wolves:
«Le vamos a hacer cambiar de Chicago a Mineápolis«.
Estas declaraciones no son solo utopía, ya que Barack Obama declaró ser fan del ex-entrenador de los Bulls y mejor entrenador de la temporada 2010-2011, lamentando incluso su destitución de la franquicia de Illinois la pasada campaña.
.@apat246@chicagobulls love thibs and think he did a great job. Sorry to see him go but expect he will be snatched up soon by another team.
— President Obama (@POTUS) 28 de mayo de 2015
Consiga o no convencer a Obama de que se cambie de bando, quienes ya somos seguidores de los Wolves tenemos motivos para ver jugar a los Ricky y compañía unos PlayOffs el año que viene.