Con la franquicia de Arizona ya de vacaciones, en la redacción de The Rise of the Suns evaluamos la temporada de los principales jugadores del roster. Para empezar arrancamos con la estrella del equipo, Eric Bledsoe.
Trabajo y más trabajo para ser uno de los mejores bases
Cuando la temporada 2014/2015 terminó con los Phoenix Suns fuera de Playoffs tras un final de campaña malo, todo el equipo y los seguidores se sentían decepcionados. Especialmente el que más sufrió fue Eric Bledsoe. Jeff Hornacek, su entrenador entonces, dejó una frase del base justo antes de la offseason.
«Le he preguntado cuando volvería a Phoenix, tras sus vacaciones, para trabajar y preparar la próxima temporada. Me ha respondido que no se marcha de Phoenix.»
Así es Eric Bledsoe, un trabajador incansable. Durante el verano estuvo entrenando y entrenando para mejorar su puntos débiles y reforzar su físico. Al volver, en el Media Day, varios periodistas destacaron que se veía al jugador formado en Kentucky «todavía más fuerte que antes». La temporada prometía para Bledsoe y así iba a ser.
Desde el primer partido mostró que era el líder del equipo y la estrella sin discusión por delante de Brandon Knight y el decepcionante fichaje de Tyson Chandler. Bledsoe arrancó como una moto la temporada y no se bajó de ella. Mostró claras mejoras en la dirección de juego y en la anotación exterior, sus claras deficiencias, y seguía siendo todo un seguro desde la corta y la media distancia.
A pesar de jugar menos que la temporada anterior, casi un minuto menos de promedio, Eric Bledsoe elevó sus cifras de 17 puntos a 20.4 por encuentro, además de pasar de un 32.4 a un 37.2 por ciento en triples. Sus asistencias se han mantenido, 6.1, y sus rebotes han descendido, de 5.2 a 4.
Como uno de los mejores bases de toda la NBA y formando un backcourt letal junto con Brandon Knight, Bledsoe fue la estrella de estos Suns hasta el 26 de diciembre. Ese fatídico día cambió la temporada de los Phoenix Suns cuando Bledsoe se lesionó ante Philadelphia 76ers y la franquicia anunció que se perdería la campaña por rotura de menisco.
Lo mejor
Sin duda lo poco que se ha visto a Bledsoe esta temporada ha servido para ver cómo ha dado un paso de gigante en su juego. Pasa de ser el buen anotador y defensor de élite de la pasada temporada a un base mucho más influyente en el juego. Lee mejor la pista, toma mejores decisiones, lanza con mejores porcentajes y ejerce de líder.
Ha aumentado su uso de balón esta temporada, pasando de un 23.7 a un 27.2 por ciento, lo que le ha permitido aumentar su porcentaje de asistencias, del 27.9 al 31.8, aunque su promedio por partido sea el mismo que la pasada temporada. Y lo más notable en relación a estos dos datos son sus pérdidas, ya que aunque refleja el mayor número de pérdidas por partido de su carrera, 3.5, su porcentaje de pérdidas desciende del 8.3 al 6.4 por ciento.
Eric Bledsoe ha trabajado muchísimo y la mejora se nota. A sus 26 años ya es uno de los bases más completos de toda la NBA, tanto por su muy buen ataque como por su excelente defensa. Bledsoe solo puede ir a más y esta temporada lo ha demostrado…
Lo peor
… siempre y cuando no se lo eviten las lesiones. Desde luego es algo difícil de evitar por distintos motivos, uno de ellos, quizás el principal, es su juego físico. Los seguidores de los Suns han visto esta temporada como Bledsoe se lesionaba el menisco por segunda vez en tres temporadas desde que está en Arizona, la tercera vez de su carrera con tan solo 26 años.
Su mejor partido
Frente a Los Angeles Clippers, Bledsoe consiguió uno de los mejores partidos de la temporada, además de liderar la victoria de los Suns. Sólidos porcentajes y a un solo rebote del triple-doble.
Best of Bledsoe: 26 puntos, 10 asistencias y 9 rebotes vs Clippers https://t.co/EYbExICM8C
— The Rise of the Suns (@RiseOfTheSuns) 28 de abril de 2016
Opinión
Sin ser un jugador que vaya a anotar 40 puntos o a repartir 20 asistencias, Eric Bledsoe es uno de los bases más regulares y fiables de toda la NBA en ambos lados de la pista. Esta temporada ha demostrado tener mentalidad más de veterano que de joven. No va a ser un game-changer, no va a estar a la altura de los Paul, Curry o Lillard, pero en los Phoenix Suns es toda una institución a ritmo de All-Star. La nota de la redacción de The Rise of the Suns es: