Que los Raptors están siendo un poco decepcionantes estos PlayOffs no pilla de sorpresa a nadie. Sin embargo, con la mala imagen y juego que están dando siguen en liza en la serie contra los Heat, con un 1-1 que muestra la máxima igualdad entre la segunda y tercera mejor franquicia de la Conferencia Este. Pese a ello, todos esperaban más de los Raptors, tantos propios como extraños, ya que el equipo venía de una Liga Regular histórica, con 56 victorias (mejorando en 7 triunfos la anterior mejor marca) y ha pasado a jugar de la peor manera en Playoffs.
Acabaron la Regular Season con un Offensive-Rating de 107 puntos (el quinto mejor de la liga) el cual han bajado a 97.3, siendo los novenos en los partidos de PlayOffs. Han lanzado, por ahora, con porcentajes lamentables; 40.3% en tiros de campo y 27.3% en triples. Aún así, han sabido mejorar en ciertos aspectos, explotando a jugadores infravalorados como Valanciunas o Joseph. De esta manera, los canadienses han acabado el 27% de sus jugadas con un pick-and-roll, lo que les convierte, de lejos, en el equipo con más bloqueos-y-continuaciones de la postemporada. Estas jugadas han dado al equipo 0.74 puntos de media, con lo que, al menos, deberán intentar explotarlas más aún. Por ejemplo, en la victoria en el Game 2 ante los Heat, los Raptors decidieron jugar de manera egoísta y buena prueba de ello fue que en toda la segunda mitad solo dieron ¡1 asistencia!
Es aquí donde entra DeMarre Carroll, fichaje estrella del verano y pieza clave de los Atlanta Hawks de la temporada pasada, equipo de récord (60 victorias) de la mano del CoY, Mike Budenholzer. El alero comentaba anoche para Toronto Star lo siguiente:
«(Budenholzer) siempre nos decía, si dejamos pasar algún tiro siempre conseguiremos un tiro mejor. Quería dar ritmo a nuestro ataque, no quería tiros forzados. Cogimos el estilo de San Antonio. Mike ha estado mucho con Pops (SAS) y nos lo decía, que pasáramos mucho el balón».
«La gente del equipo lo entendió, y cuando salías a jugar sabías que ibas a tocar el balón y te daba una seguridad psicológica el hecho de que ibas a recibir y tirar siempre que pudieras y que sino serías la persona que asistirías al compañero. Eso te daba un sentimiento especial de conexión en ataque, preferible a salir ahí, correr y no tocar bola».
El aler 3&D también comentó el hecho de que el equipo récord, los Golden State Warriors, habían imprimido un ritmo superior al pase en ofensiva, moviendo el balón de una manera mucho más rápida, con mucha velocidad, lo que contrasta con los actuales Raptors, inmersos en una dinámica de «quedarse quietos y mirar al compañero».
«Las jugadas son mejores cuando hay ritmo, no cuando son estáticas» – comentaba Carroll – «Algunos chicos gustan de jugar en parado pero yo creo que es mejor jugar más rápido. Los Golden State nos lo han mostrado».
Por otra parte, el responsable del juego de los Raptors, Dwane Casey, no se quedaba atrás y defendía las palabras de su jugador, dejando caer que son Lowry y DeRozan quienes deben entender cada situación de partido y saber cuando forzar tiros y cuando pasar el balón.
«Lowry y DeRozan son nuestros chicos referencia. Nos han llevado lejos estos años pero ambos están en crisis con su tiro ahora mismo. Es difícil decirles que dejen de tirar y que busquen a los compañeros. Tendrían que explorar, saber cómo esta su eficacia… Aunque tenemos que aprender a convivir con sus tiros forzados cuando lso partidos se pongan apretados porque les necesitamos en anotación».
«Además, tenemos a DeMarre tirando bien, a Terrence lanzando bastante bien y Patrick tiene la habilidad de tirar el balón y anotar desde lejos».