Sid, el padre de Steven, quien medía 2,10 metros de altura, tenía hijos con 5 mujeres diferentes. Sid, tenía algo más de sesenta cuando Steven nació. Además, Sid había estado marcado toda su vida por un accidente de automóvil el cual había dañado sus dos piernas.
Cuando Sid murió, de cáncer de estómago, Steven dejó de ir a la escuela. Engañaba a sus hermanos y mientras se iba con un grupo local. Él mismo dice: «Te pegaban fuertemente. Yo no estaba interesado en eso».
Mientras, uno de sus hermanos, Warren, tuvo una idea. A los 14 años, Steven medía 1,95 metros de altura y su familia había destacado en el deporte. Una de sus hermanas ganó varias medallas de oro en las Olimpiadas de 2008 de Pekín y 2012 en Londres. El mismo Warren había jugado con la selección nacional de Nueva Zelanda.
Warren llamó a un antiguo compañero de equipo, Kenny McFadden, nacido en Estados Unidos, el cual había jugado profesionalmente en Nueva Zelanda. Después de retirarse como jugador, comenzó a ejercer la profesión de entrenador.
McFadden dio una oportunidad a Steven Adams. Le ofreció una beca en Scots College, una escuela situada en Wellington, capital neozelandesa. El coste de esta misma matricula puede ascender hasta los 150.000 dólares.
Adams tenía un estilo descuidado, vestía una ropa pobre, no sabía apenas leer y no se comportaba como era debido. Además, le exigían vestir con corbata. Él mismo dice que se sentía incomodo vistiendo de esa forma.
McFadden consiguió un profesor dispuesto a enseñar a Adams a comportarse de forma correcta y ser su mentor. Una vez desapareció ese estilo descuidado, los profesores descubrieron que Adams era un tipo realmente agradable. Adams, comenzó a entrenar a baloncesto empezando los entrenamientos a las 6 de la mañana antes de empezar las clases y después dos horas más al salir. Esto fue el pan de cada día de Steven durante dos años mas.
«Solo quería mejorar, no pensaba en otra cosa», decía Steven Adams.
Cuando Adams cumplió 16 años, medía 2,08 metros de altura y mejoraba muy rápidamente como jugador, lo que hizo llamar la atención fuera de su Nueva Zelanda natal. McFadden enviaba vídeos y consiguió una invitación para un campamento de jóvenes promesas en Los Angeles, llamado Adidas Nations.
Adams terminó jugando en Pittsburgh, gracias a que Jamie Dixon, el entrenador, jugó en Nueva Zelanda de forma profesional. Adams fue elegido por los Thunder de Oklahoma en el número 12 del Draft de 2013 celebrado en Brooklyn. Una elección conseguida gracias al acuerdo por James Harden, el cual fue traspasado a Houston.
Su primer campus de entrenamiento de la NBA fue en 2013. Tuvo algunos enfrentamientos con algunos de los veteranos de la NBA como es el caso de Kendrick Perkins, el cual sería su compañero en los Thunder. Eso sí, siempre daba el máximo en los entrenamientos.
Cuando Adams llegó a la NBA, no sabía prácticamente nada sobre la NBA. Si conocía algo sobre esta liga, era de los videojuegos que jugaba con sus hermanos de niño.
Después de tener algunos enfrentamientos durante su primer año en la NBA, Steven Adams dijo: «Mi entrenador Scott Brooks me gritó desde un principio que no debía reaccionar de ninguna forma ya que podía perjudicar al equipo. Así que aunque duela, a mí no me gusta perjudicar a mi equipo.»
Después de tres años en la NBA, Adams ya no tiene tantos enfrentamientos dentro de la cancha. Ha aprendido de ello.
Steven sigue muy de cerca a Tim Duncan y a Marc Gasol, los cuales estudia muy detalladamente. Sus minutos aumentan y se ha consagrado como titular de los Thunder. Se encuentra en los 12 mejores en defensa de la NBA y en el top 50 de la clasificación general.
«Todo pasa lentamente. Deberá pasar un tiempo para que las cosas estén donde realmente deseo que estén. Todavía estoy lejos pero me estoy esforzando.»
Después de haber pasado esa adolescencia, ahora Steven patrocina campamentos en Nueva Zelanda en los cuales el año pasado participaron más de 1000 niños. También hizo una inversión para ofrecer becas a los jóvenes promesa de su antiguo colegio, Scots College.