No ha sido el año de los Sacramento Kings y desde luego no ha sido el año de Marco Belinelli. El escolta de San Giovanni in Persiceto, tras acabar la temporada en California, ha vuelto a su pueblo, alejándose en poco del mundo del baloncesto antes de empezar un importante verano en clave azzurra, con la selección italiana empeñada en el torneo Preolímpico en programa en Turín a partir del 4 de julio y – si todo va bien – en los Juegos Olímpicos de Río en agosto.
Los compañeros de la Gazzetta dello Sport han hablado con él en víspera de la concentración a las órdenes de un viejo conocido de Marco como Ettore Messina.
“El preolímpico es la puerta del sueño olímpico en Brasil. Es un gran objetivo y tenemos todas las posibilidades de este mundo de alcanzarlo, porque somos un grupo joven y motivado”.
Comentó Marco, que luego, contestando a las preguntas de Davide Chinellato, describió el principal punto de fuerza de la actual selección transalpina:
“El grupo. Yo empecé a jugar en la selección con Basile, Galanda y Marconato; ahora el conjunto se ha renovado y desde 2-3 años ha creciendo mucho. La cohesión del grupo hará la diferencia, como la hizo cuando gané con San Antonio: fue allí que entendí la importancia del equipo y que para ganar es fundamental estar bien juntos”.
La principal novedad será el coach Ettore Messina.
“Es un grandísimo entrenador que lo ha ganado todo en cualquier sitio. Lo he tenido con 15-16 años en el Virtus Bologna y luego me he vuelto a cruzar con él como asistente en San Antonio. Ahora tendré la suerte de tenerlo como seleccionador nacional: me espero de él una actitud diferente respeto a la que tenía en los Spurs, pero traerá experiencia y mentalidad ganadora, que es lo que necesitamos”.
El preolímpico de juega en casa, en Turín, ¿el factor cancha hará la diferencia?
“Espero que haya muchísimo público y eso podría añadir presión. Me acuerdo el año pasado cuando jugamos contra España en Berlín: había un montón de aficionados y lo guardo como uno de los recuerdos más bonitos de mi vida. Por esto tengo mucha ilusión de volver a empezar en Turín”.
¿Cambiaría Marco su anillo NBA por una medalla Olímpica?
“Por ahora me quedo con la NBA, pero las Olimpíadas tienen que ser un evento fantástico. Me han hablado de una atmósfera increíble; me fascina esta mezcla de deportes, donde a lo mejor tu vecino de habitación es un campeón de atletismo. Quiero hacer que eso se convierta en una experiencia personal”.
A propósito de NBA, no cabe duda acerca de la negatividad de la temporada que acaba de terminar.
“Creo que se puede aprender mucho de temporadas negativas como esta. Me ayudará a crecer como persona”.
Belinelli ha profundizado acerca de lo que no funcionaba en Sacramento:
“El grupo no estaba unido, no había confianza ni en el entrenador, ni en sus asistentes, no nos entrenábamos bien… Veo que se han movido en la dirección correcta, destituyendo a Karl y contratando a Joerger, que creo puede hacerlo muy bien. Este cambio en el banquillo podría ser un punto de inflexión”.
¿Sigue Marco con hambre de victorias?:
“Muchísimo. Habiendo ganado en San Antonio, me di cuenta en seguida de lo que no iba bien en Sacramento. Faltaba una mentalidad ganadora por parte de algunos compañeros de equipo. Yo, en cambio, quiero ganar y quiero hacerlo ahora, pero para que eso ocurra algo tiene que pasar. He cogido cariño a Sacramento y tengo confianza en los Kings; a ver lo que puede pasar este verano, en la NBA nunca se sabe…”.
En plenos Playoffs, Marco también dio a conocer su pronóstico:
“Digo Cleveland. A principio de los Playoffs, todo el mundo hablaba de Golden State, con su récord, sus jugadores fenomenales, empezando por el MVP; de los Cavs se ha hablado menos, y creo que esto pueda ser un estímulo más para LeBron para demostrar que él es siempre el más fuerte. Mentalmente ha madurado mucho, juega con un equipo que siempre demuestra tener ambiciones de ganar. Aunque ahora veo a los Thunder muy cargados tras haber eliminado a los Spurs y si siguen así…”
Un verano importante para Marco Belinelli, le deseamos suerte con la selección italiana, para que vuelva a California con las pilas cargadas y ambiciones renovadas.