En esta casa ya hemos hablado largo y tendido del que fuera el último capitán en guiar a los Boston Celtics a un campeonato de la NBA. Primero os trajimos su historia completa para luego pedirle el año pasado que, por favor, no nos dejase solos en esta NBA tan poco parecida a aquella de principios de siglo. Hoy, lo que traemos es una pieza de vídeo con casi un lustro de antigüedad en la que Paul Pierce y Saquille O´Neal recuerdan aquella noche en la que el segundo bautizó al #34 de los Boston Celtics con el sobrenombre que le acompañaría durante el resto de su carrera, «The Truth».
El partido en cuestión fue un enfrentamiento entre los vigentes campeones de la NBA, Los Ángeles Lakers de precisamente Shaquille O´Neal y Kobe Bryant, frente a unos erráticos Boston Celtics que, sin embargo, contaban en sus filas con Paul Pierce. Ese 13 de Marzo el de Inglewood acabaría con 42 puntos en su casillero tras una exhibición que se mereció las siguientes palabras del pivot más dominante de los últimos 20 años:
«Los grandes jugadores aparecen en los grandes momentos y él es muy grande, ha estado soberbio. Él es la *** Verdad”
«The Truth» Paul Pierce and Shaquille O’Neal from Todd Kapostasy on Vimeo.
Fue durante esa misma temporada cuando por primera vez un un jugador que llevase la camiseta de los Orgullosos Verdes anotaría más de dos mil puntos desde que lo hiciese Larry «leyend» Bird, dejando claro que él era el sucesor de la estirpe más exitosa en la historia del deporte profesional estadounidense. El éxito tardaría aún siete años en llegar cuando por fin contase con un equipo a su altura y a la de la historia de la franquicia, pero las semillas ya estaban sembradas desde aquella noche del año 2001.
Acaso no es uno de los mejores sobrenombres de la historia? Para mí sí.
Me habría gustado que fuera como Duncan o Nowizki (del de amarillo paso 🙂 ) toda su carrera en el mismo equipo,pero ya se sabe….no se puede tener todo. Me dolió su marcha…pero en este draft ya empezaré a sentirme algo aliviado….nunca recompensado.
La traición de Ray Allen dolió, la marcha de Garnett dolió….pero seguir sin la verdad, fue como vivir una mentira.
Te compro esa última frase.