Charlie Villanueva no entrará por la puerta grande en los libros de historia de los Dallas Mavericks; el jugador nunca ha conseguido destacar como claro suplente de Dirk Nowitzki y sus números no son nada del otro mundo; pero se ha convertido en una persona importante dentro del vestuario y es del agrado de Rick Carlisle. Y es que estas cualidades son los únicos motivos por los que se entiende que el ala-pívot fuera renovado en el pasado verano tras una primera temporada en la franquicia tejana.
Pero hay cosas que, tal vez, ni los factores «no deportivos» pueden equilibrar. Y es que en esta campaña Villanueva ha tenido el mismo número de minutos que tuvo en la 2014/15 pero con 1.2 puntos menos por partido; algo que cuando se promedian 21 0 22 no es de gran relevancia pero que sí lo es cuando no superas los 6. Además, y este es el verdadero «factor clave», si por algo destacaba y gustaba Charlie Villanueva para el sistema de los Mavericks era por su buen lanzamiento desde la línea de 3 puntos; pero es que ha realizado su segunda peor temporada de toda su carrera en este apartado, consiguiendo solo un 27% de acierto.
A sus 31 años, es posible que los Mavericks no quieran ocupar una plaza para un jugador que vaya a jugar 10 minutos por partido cuando cada año hay más jugadores que pueden hacer lo mismo que él —ser un hombre alto con un rango de tiro elevado— y que sean mucho más jóvenes y ayuden más en otros apartados del juego.