
David Lee, el ala pivot que se incorporó en la plantilla de los Mavericks en febrero, antes de que finalizara el mercado de traspasos, y que venía desde Boston tras estar en la soleada California gracias a que los Warriors le cortaron, y así poder entrar en la agencia libre. El rol del jugador fue salir del banco para dar descanso a Nowitzki y Pachulia, y haciéndose notar en la cancha con minutos de calidad, proporcionando puntos y rebotes esenciales. Independientemente jugando de 4 o de 5, fue muy valioso para Rick Carlisle dando equilibrio en el juego interior. Consiguió la no despreciable cifra de casi 9 puntos y 7 rebotes en apenas 17 minutos.
No fue todo alegrías para David Lee ni para los Mavs, los problemas físicos que tuvo en Playoffs le impidieron jugar en varios partidos y en otros lo hizo muy mermado. Para ser justos, no solo Lee tuvo problemas con las lesiones, la franquicia sufrió una autentica plaga en esos momentos tan cruciales de la temporada.
Las salud de Lee puede ser determinante para tomar la decisión de renovarlo o no. Pero hay otro factor de mucho peso en contra de Lee. En el caso de que continuara en la plantilla, cerraría la puerta al futuro prometedor de Dwight Powell. El jugador ya ha dado muestras de su potencial esta temporada y que en breve podría explotar sus cualidades físicas y no exentas de talento. Sería bueno que lo hiciera en los actuales Mavericks. Es una apuesta de futuro pero con muchas posibilidades de triunfar.
En cambio David Lee, en esta comparativa lleva las de perder, siendo un jugador veterano (33 años), que ya ofreció lo mejor en otros equipos y que solo se le pide que cumpla en los minutos que esté en cancha. En una imaginaria balanza pesa más los contras que los pros.