Cierto es que Jodie Meeks no ha tenido dos años precisamente plagados de éxitos en los pistons. Más bien, en sus dos años en la franquicia del estado de Michigan se han caracterizado por una plaga de lesiones que han mantenido al jugador alejado de las canchas, y desde la directiva de los Pistons ya se han cansado de esta dinámica.
El jugador nacido en Georgia, llegó a la franquicia en el año 2014, como una de las piezas clave para la segunda unidad de los Pistons, pero tras sufrir todo tipo de lesiones en estos dos años, Van Gundy ha ido progresivamente cubriendo su hueco con los nombres de Reggie Bullock y Darrun Hilliard. Ambos jugaron a alto rendimiento, como fue el caso del rookie Hilliard cuando se lesionó Caldwell-Pope, o a la vuelta de Bullock tras su lesión.
A pesar del bajo rendimiento del presente año, el escolta otorgó rendimiento a la franquicia durante su primer año. Jugó la cantidad de 60 partidos, siempre atento a las oportunidades de tiro abierto, que solía convertir con un porcentaje del 41,6% en tiros de campo, viéndose reducido hasta el 34,9% en el triple. Entre sus habilidades, además del tiro, también contamos la de correr el ataque en ciertas ocasiones, o de cortar la defensa, para convertir ocasiones claras de tiro.
Sin embargo, Jodie se rompió el pie en el segundo partido de la temporada y no se encontró preparado para volver hasta el final de la temporada regular. El único partido que disputó anotó 20 puntos, incluyendo cuatro triples. Las razones de peso para su abandono residen en un pesado último año de contrato por 6,4 millones de dólares, que tras la nula participación de este año, y con su puesto prácticamente cubierto, según Yahoo! Sports, lo ponen con pie (nunca mejor dicho) y medio fuera de la franquicia. Mientras tanto, la directiva de los pistons está buscándole equipo por toda la liga.