Cuando Michael Carter-Williams consiguió el premio del Rookie del año con los Philadelphia 76ers el año 2014 la NBA se vio en el potencial de un Steve Nash en bruto. El base de Massachusetts llegó a unos Milwaukee Bucks en reconstrucción con un nuevo jefe como Jason Kidd, con las aspiraciones de poder llevar al equipo a Playoffs. Se encontró también con un número 2 del Draft lesionado (Jabari Parker) y un Giannis Antetokounmpo sin haber explotado, o al menos no del todo, como gran jugador de baloncesto. A pesar de que Michael Carter-Williams llegó el día del trade deadline en Milwaukee se les iluminaban los ojos con tal diamante en bruto.
Después de media temporada parecía que todo iba cuesta arriba. Las victorias llegarían, incluso en los Playoffs donde perdieron contra unos Bulls por 4-2 en primera ronda. Después de semejante reconstrucción llegó la temporada que acabamos de vivir. Parecía que los Milwaukee Bucks iban directos a luchar por estar en la segunda ronda de Playoffs pero la realidad golpeó duro y se quedaron en el duodécimo lugar en la conferencia este, fuera de la postemporada.
Durante esta temporada el base fue quitado del quinteto inicial para dar lugar a Jerryd Bayless. Este contaba con unos números más que aceptables. Sin embargo, cuando finalizó esta temporada los rumores han mencionado a Giannis Antetokounmpo que se dice que puede llegar a ejercer la posición de base. Según el propio Michael Carter-Williams:
«Giannis puede ser uno de esos jugadores con un manejo de balón brutal, que dan un numero increíble de asistencias por su posición en la cancha pero no juegan de base, hombres como Draymon Green o el mismo LeBron James».
En nuestra opinión el equipo no necesita un Giannis multiplicado, sino una base solida, liderada por Michael Carter-Wiliams o quien le parezca mejor al cuerpo técnico.