Wesley Matthews fue el fichaje estrella de los Dallas Mavericks en el verano del 2015. El escolta, ex de los Trail-Blazers y de los Jazz, era una apuesta de mucho riesgo no solo por su sueldo —algo que con la subida del tope salarial ya no parece tan llamativo— sino porque iba a regresar de una rotura del tendón de Aquiles que le había alejado de las pistas muchos meses.
Pero Matthews sorprendió a todos con una rápida recuperación y que, a nivel físico, demostró desde el minuto uno que no le había dejado secuelas. Wesley Matthews se convirtió en el mejor defensor de los Mavs, encargándose de defender siempre al mejor jugador exterior de los rivales. Pero en ataque la historia era bien distinta, Wesley Matthews no encontró su ritmo ofensivo y vivía de actuaciones muy irregulares. Sus promedios —12’5 puntos, 3’1 rebotes y 1’9 asistencias— no eran los mejores de su carrera y, sobre todo, destaca su mala estadística desde el triple con un 36% de acierto.
Mark Cuban confirmó en una entrevista que él, Justin Anderson y Dwight Powell «están todos los días en el ginmasio» y que «él (Matthews) ha comenzado a añadir cualidades para crearse sus propios lanzamientos desde el final de la pasada temporada». También fue contundente respecto a los que creen que Wesley Matthews no se ha ganado su contrato, declarando que está trabajando para «demostrar que todos estaban equivocados».
Por otro lado, el propio Wesley Matthews afirmó que va a ser «mejor jugador» y se mostró satisfecho por poder volver «a su rutina normal» de trabajo. Algo muy importante para jugadores de este nivel, donde pueden conseguir grandes avances después de un verano de entrenamientos personalizados, su mejora puede hacer subir enteros a las opciones de los Mavs de llegar a los PlayOffs.