Dragan Bender vs Kristaps Porzingis

El Draft 2015 se caracteriza por ser una camada realmente maravillosa, pero sobre todo por las sorpresas que ha dejado durante la temporada. La elección más criticada fue, sin duda, la de Kristaps Porzingis con el pick número cuatro. Los fans de los New York Knicks desataron su descontento cuando Adam Silver anunció la elección del letón, que después calló bocas con unos primeros meses muy buenos, aunque su final de temporada fue algo decepcionante.

El hecho de jugar en Nueva York, junto a Los Ángeles la ciudad con más efecto lupa de Estados Unidos, provocó un hype con Porzingis tremendo. Cierto es que el power-forward fue una revelación, mostrando un gran potencial y un estilo de juego que encaja perfectamente con el pace&space actual de la NBA.

Para el Draft de este año llegaba otro europeo, esta vez croata, con un físico y juego similar al de Porzingis. En este caso se trata de Dragan Bender, elegido como el letón en el pick cuatro, y su posición en el Draft puede haberse visto influida por el hype creado por Kristaps Porzingis.

Sin duda Porzingis encajaría perfectamente en el sistema de los Phoenix Suns, por eso toca ver las diferencias entre ambos jugadores antes de que llegasen a la NBA. Porzingis y Bender son muy parecidos, pero también muy diferentes.

Perfil físico

En este punto es donde más se parecen, antes de llegar a la NBA claro. Si bien Porzingis era algo más alto, de los 2.16 de Bender a los 2.20 del letón, el ex-jugador del Maccabi llega con más peso y con más fuerza en el cuerpo. Tanto Bender como Porzingis son dos jugadores muy veloces para su altura y posición, con más velocidad para el croata, que corre la pista como un alero.

La envergadura, si bien es otro punto clave en ambos jugadores, destaca y la utiliza mejor Porzee. El jugador de los Knicks demostró en Sevilla, y contundentemente esta temporada, su capacidad para atacar el rebote ofensivo con sus famosos put-backs.

Dos jugadores altos, espigados, con brazos largos, capacidad para correr la pista y con poca masa muscular. Al letón le pesó en su año rookie la falta de físico y en sus últimos meses bajó claramente su rendimiento, también por tener como entrenador a un incompetente como Kurt Rambis.

*Las comparaciones estadísticas y de juego pertenecen a sus últimas temporadas en Europa, ambos con 18 años, en el Club Baloncesto Sevilla y el Maccabi Tel Aviv.

Mecánica de tiro

En su último año antes de dar el salto a la NBA, Porzingis demostró tener una muy buena mecánica, simple y con mucho potencial, a pesar de tener tan solo un 30 por ciento. En Sevilla su mecánica sugirió que, gracias a su velocidad y altura de lanzamiento, tendría una fácil transición a la NBA. Muy buen toque en su tiro, eso sí, con la pega de una clara inconsistencia a la hora de ejecutarlo.

Por su parte Bender en su último año ha anotado mejor, con un sólido 36 por ciento en muchos más intentos que el letón. A pesar de su gran acierto Bender no tiene una mecánica tan rápida como Porzingis, sin embargo con tiempo y espacio para el tiro es muy efectivo y tiene rango de tiro NBA.

Capacidad para el juego

Porzingis era un anotador con mentalidad anotadora en Sevilla, tanto para lo bueno como para lo malo, capaz de anotar tiros complicados y de forzar situaciones muy difíciles que terminaban en malos fallos. Mientras que Bender tiene mentalidad de jugador de rol, no es para nada egoísta e incluso en ciertas jugadas abusa del pase cuando tiene que tirar.

Defensa perimetral

Lo primero que hay que destacar en ambos en el aspecto defensivo son sus pies ligeros. Tanto Bender como Porzingis son jugadores altos, con buena envergadura y capaces de desplazarse muy bien lateralmente. En la defensa en pick&roll los dos europeos destacan. Bender se muestra más versátil leyendo y cambiando en la defensa, pero resiste peor el contacto que el letón en la pintura.

Porzingis no tuvo muchos problemas para defender a grandes jugadores en el perímetro, aunque no podía con los guards y aleros pequeños, que se marchaban de él sin demasiada dificultad. Sin embargo Bender defendía en el Maccabi de forma consistente a bases y aleros, con mucha solidez y un juego de pies realmente bueno. Lo único negativo de sus defensas perimetrales son las ocasiones en las que se preocupa por defender demasiado al exterior y su rival encuentra un pasillo al aro.

En defensa sin balón, ambos jugadores utilizaban sus largos brazos para interceptar las líneas de pase. Bender en este punto se lleva la palma, con una capacidad sobre dónde esta el balón muy avanzada para su edad, aunque a veces tiende a sobreayudar y dejar espacio libre a su rival.

Habilidad reboteadora

El entonces jugador del Sevilla ya destacaba por sus vuelos tras rebote ofensivo, como se puede ver en el vídeo que abre el artículo. Un físico ideal para los put-backs y un timing excelente que ya en su temporada rookie roza la perfección. El croata, por su parte, también es capaz de realizar estos mates aunque con menos capacidad.

En el rebote defensivo a Porzingis le pesaba más su físico, no era lo suficientemente fuerte como para aguantar con la espalda a otros hombres grandes y no siempre buscaba el contacto ni realizaba el box out. A pesar de fallar en la ejecución mostró una buena técnica, con sus manos, brazos largos y el cierre del rebote.

Bender sin embargo directamente no cierra el rebote, tiene una técnica muy mejorable y al igual que a Porzee le falta ganar físico. Además no es un jugador atlético tan destacado como el de los Knicks a la hora de saltar y volar hacia el aro. Aun así con todos estos peros fue capaz de rebotear mejor que el letón gracias a su inteligencia y envergadura. Mucho talento para el rebote defensivo y mucho más por pulir.

Creación en ataque

Para este punto se parte de nuevo del enfoque de cada jugador, Kristaps es un anotador y Bender un organizador, aunque el primero tenga también muy buena visión de juego y el segundo sea perfectamente capaz de anotar. Lo escrito, parecidos pero distintos.

Desde el drible, Porzingis tenía un bote fluido yendo hacia el aro, especialmente cuando recibía en el lado débil y contra jugadores grandes y lentos, contra jugadores veloces, aunque sean más pequeños, no era tan efectivo. Aquí Bender gana, y es que a pesar de su altura corre y bota por la pista como un auténtico exterior. Mucho más fluido atacando el aro y con un toque maravilloso para finalizar.

En la media distancia ambos jugadores se mostraron erráticos en su último año en el Viejo Continente. Porzingis acumuló muchos fallos pero se debía a que su pull up game no estaba pulido. A pesar de esto demostró mucho potencial en este aspecto, con su footwork y tiro, lo que ha contrastado en la última campaña. Bender, por el contrario, es un recurso que no utiliza y cuando lo usa no consigue buenas situaciones ni resultados. El juego en media distancia del croata, haciendo referencia a su tiro en pull up, está por debajo del nivel que debería.

Por último, el juego al poste. Ninguno de estos dos interiores son los típicos pívots que buscan llevar a su defensor a la pintura para atacarle de espaldas, precisamente al contrario, buscan atacar de cara. El de la Gran Manzana no siempre buscaba la posición interior, incluso con defensores más pequeños, pero disponía de un juego de cara muy completo. El nuevo jugador de los Suns ha demostrado que apenas consigue desplazar a jugadores exteriores y que no tiene recursos para jugar de espaldas, pero si penetrando hacia el aro y sacando, por ejemplo, ganchos en carrera.

Habilidad finalizadora

Este último apartado de la comparación es sobre la finalización de ambos jóvenes talentos europeos. Cuentan con unos puntos a favor obvios, como la envergadura, altura y velocidad, y otros negativos, también muy obvios, como la falta de fuerza.

Cerca del aro Porzee gana al croata. Ya en Sevilla era muy bueno finalizando tras pick&roll y era un objetivo excelente para los alley-oops. Capaz de finalizar con contundencia y solvencia sobre cualquier tipo de jugador. Bender, sin embargo, no suele utilizar el mate como recurso para finalizar, sino las bandejas, algo que debe dejar de lado en la NBA, y no es objetivo de alley-oops.

Ambos jugadores rehúsan del contacto, aunque en mayor medida Bender. Porzingis en el Sevilla no se echaba para atrás pero le costaba finalizar; el del Maccabi huye completamente del contacto y utiliza muchas fintas y movimientos de pies para engañar al defensor.

Luego, cerca del aro, es Dragan quien se mostró más fiable. Porzingis no registraba buenos números cerca del aro, pero demostró tener toque. Bender, a pesar de huir del contacto, se siente muy cómodo cuando va hacia el aro para finalizar en la pintura, especialmente en movimiento con bombas o ganchos.

Ya para finalizar toca el punto de la mano débil, en los dos, la izquierda. El letón se esforzaba por trabajar con la zurda, aunque no registraba buenos resultados lo seguía intentando para ir puliendo su mano débil. Dragan Bender es completamente al revés. Rara vez se ha visto al croata utilizar la izquierda, es dominante con la derecha (bote, tiro y pase).

Parecidos y diferentes

Las similitudes son evidentes y las diferencias también. Porzingis ya ha demostrado que en la NBA tiene sitio y que encaja perfectamente con el juego actual y tiene una mentalidad anotadora. Bender se debería adaptar igual de bien, aunque con un rol más de generador, de trabajador en la sombra.

El letón es la referencia de futuro de los neoyorquinos en la pintura para los próximos años, pero en Arizona disponen de otros jugadores para complementar a Bender. Marquese Chriss, y su atletismo que recuerda a Amar’e Stoudemire, y Alex Len, un pívot de corte clásico.

En la época del triple, de los stretch forwards y del pace&space jugadores como Kristaps Porzingis y Dragan Bender pueden ser claves a la hora de dar victorias a sus equipos. Ahora solo falta esperar, ver cómo se desarrollan y decidir quién es mejor jugador, si el anotador o el generador.