Los Minnesota Timberwolves tendrán nuevo entrenador este año, uno que está llamado para sentar las bases de un grupo de jóvenes que puede crear una muy poderosa dinastía en la liga: Tom Thibodeau. La pasada temporada, sin embargo, fue Sam Mitchell el que, tras el triste fallecimiento de Flip Saunders, se encargara de entrenar a los jóvenes Wolves.
Los Timberwolves dejaron claro que, a pesar de la labor de Mitchell, preferían a Thibodeau para el trabajo, algo que realmente no sentó nada bien a Mitchell (especialmente por las formas), y de lo que ha querido hablar en una entrevista:
«Conozco a Glen Taylor desde hace mucho tiempo, y siento todo el respeto del mundo por él (…) pero sentí que tras 13 años en la organización, tras ser capitán, tras ser ese tipo al que recurrir siempre que estaban pasando cosas. (…) Y tras 13 años, y habiendo conocido a Mr. Taylor desde hace 10 u 11, el ser tratado de esa manera, me hizo realmente daño. (…) Me dejó un mal sabor de boca (…), y es algo que no sé dónde situar emocional o mentalmente. (…) No habría sido fácil el sentarse conmigo y tener esa conversación. Pero tras tantos años en la organización, creo que era lo mínimo que podía hacer por mí».
Pero el resentimiento de Mitchell no se quedaba únicamente con el propietario Glen Taylor, sino que también tuvo quejas sobre el comportamiento tanto de Tom Thibodeau (con el cual mantenía amistad), como del GM de la franquicia, Scott Layden:
«Con Tom, el hecho de que nunca me llamara para decirme una sola palabra, nunca me mandase un mensaje, ni un simple texto. Y además, el nuevo General Manager, Scott, me llamó un mes y medio más tarde. Un mes y medio después, así que, llegados a ese punto, ¿para qué me llamas? Así que, de nuevo, la forma en la que hicieron las cosas en Minnesota, me dejó realmente sorprendido. (…) Fue incluso una falta de respeto el llamarme un mes y medio más tarde. Creo que cuando me di cuenta de que era él, le colgué mientras hablaba. (…) Estoy orgulloso del trabajo que hice ahí, y siempre lo estaré. Estoy realmente decepcionado por cómo me trataron«.
Podra usted tener razón o no señor Mitchell, pero lo cierto es que nosotros, los fans de Minnie, estamos felices de que usted no esté al mando.
Mucho respeto a Mitchell por su historia en el equipo que pese a no tener luces propias es de los que se mantuvo ahí y asumió el desafío en el peor momento.
Como técnico merecía la salida pero tiene razón en lo que dice podría haber sido más conversado en razón de la confianza existente, asumo que fue por no complicar las negociaciones con Thibs.