Draft del 2015. Los Ángeles Lakers, contra todo pronóstico, pasaron de jugadores cómo Jahlil Okafor o Kristaps Porzingis, y escogieron al base de Ohio, D’Angelo Russell.
Estadísticamente hablando, el joven base tuvo una temporada de calidad: 13.2 puntos, 3.3 asistencias, con un 35,1% en T3. Números comparables a los que tuvieron bases cómo Damian Lillard, John Wall o Kyrie Irving en su etapa de novatos.
Pero, en lineas generales, no ha sido un buen año. Mala relación con su entrenador, su incidente con Nick Young y muchas pérdidas de balón durante los partidos son algunos ejemplos claros.
D’Angelo fue honesto con el periodista Rob Pérez, de Fox Sports:
«Estuvo mal. No fue el mejor año de rookie. Sin embargo, tuve la oportunidad de adquirir experiencia para la nueva temporada. Estoy muy emocionado».
Russell ha demostrado en la pasada Summer League que ha mejorado mucho, promediando 21.8 puntos y 4 asistencias. Se observó un cierto feeling con Brandon Ingram, Larry Nance Jr. y compañía, algo fundamental para formar equipo.
El base volvió a elogiar a su nuevo entrenador Luke Walton, quien quiere que Russell no tenga miedo a lanzar:
«Él quiere que lance cuando esté abierto. Cuando el entrenador te dice que lances, es cómo una luz verde para ti. No se puede desear nada más. Pero el problema que tienes es que hay que ser lo suficientemente bueno cómo para saber cuando no estás abierto y debes dar el pase. Ésa es la responsabilidad que han depositado en mi».
D’Angelo Russell se postula como el nuevo líder de los Lakers en esta nueva era post-Kobe. El camino para volver a ser un equipo aspirante será largo, pero parece que los angelinos están motivados para luchar por ello.