Stanley Johnson ya ha metido el pie en las aguas de la NBA y ya sabe como va el juego. El año pasado no se esperaban grandes cosas de su persona, a parte de saber que estaba llamado a ser un gran jugador en unas temporadas y que sería una pieza fundamental en unos Pistons llamados a hacer una incursión al anillo. Con el equipo de la Motown, Stanley promedió 8,1 puntos y 4,2 rebotes por partido en 73 encuentros, pero como titular, sus promedios mejoraron sustancialmente, cuando en 6 partidos promedió 12 puntos y 6,8 rebotes.
Ahora, con la mirada puesta ya en la próxima temporada, que empezará en poco más que un mes, Johnson nos comenta todos los avances que ha hecho durante este verano. El joven alero disputó la Summer League con Detroit, y luego se fue a Los Ángeles, su ciudad natal, para jugar en la Drew League, además de disputar diferentes torneos de verano y estar en la selección estadounidense que servía para que los olímpicos se entrenaran. Esto le ha servido, según comenta Johnson, para no bajar el ritmo competitivo y mejorar todas sus habilidades:
«Además de las habilidades que he aprendido, también está el hecho de ganar experiencia y tener una rutina. Saber qué entrenar y cómo hacerlo, cómo ejecutarlo de una manera más dura para que se parezca lo máximo posible a una situación de partido».
La experiencia es un factor muy importante para realizar cualquier tarea, y para Stanley Johnson, su primera temporada en la NBA fue la primera y necesaria toma de contacto para saber que es lo que se va a encontrar durante las próximas temporadas:
«Al inicio de la temporada pasada, hice la analogía de que estaba en la guardería, y cuando terminó, ya estaba en mi último día de instituto con mi permiso de conducir. Ahora me siento como si estuviese en mi primer o segundo año de universidad«.
El alero de los Pistons ha estado entrenando sus cualidades durante este verano, y ahora siente que tiene muchas mas armas para hacer daño a los rivales:
«El hecho de poder abrir la pista en un plus para el equipo, pero ahora tengo mas armas, y sé que mi defensor no podrá cerrarme el paso a canasta y evitar mi tiro exterior a la vez. La opción que él elija, yo me iré por la otra».