Los aficionados de los Lakers no estamos acostumbrados a las vacas flacas, sobre todo aquellos que cuando empezaron a ver baloncesto lo hicieron ya con Kobe Bryant sobre el parquet. Los que ya peinamos alguna cana y nos enganchamos a la NBA con la sonrisa de Magic Johnson y el showtime de los Lakers de los 80 tampoco hemos sufrido demasiadas temporadas malas (del 92 al 00 pero entrando en Playoffs la mayoría de ellas). Desde luego, lo que no habíamos vivido ninguno de los “lakers” de 35-40 años para abajo, es una situación tan dantesca como la que llevamos sufriendo estos últimos tres años encadenando peores récords históricos en temporada regular.
Es quizás por ello que ante esta casi absoluta oscuridad, corremos a buscar fuentes de luz y a ilusionarnos. En este caso, los seguidores de los púrpura y oro hemos ensalzado rápidamente a esa camada de jóvenes talentos que pueblan nuestra plantilla. Y sin casi darse cuenta, uno puede encontrarse con gente hablando de futuros All-Stars e incluso de futuros dominadores de la liga.
Pero siempre tiene que haber alguien que venga a tocarte las narices y rebajar esa euforia, al menos un poco, y para eso estoy hoy yo aquí. Me toca hoy echar un pequeño jarro de agua fría sobre esos jóvenes, y más concretamente sobre D’Angelo Russell.
Y es que es relativamente fácil encontrar afirmaciones sobre el de Lousville que apuntan muy alto, sin ir más lejos él mismo decía que lo que espera de su segunda temporada en la NBA es “dominar”. Pero, ¿hay motivos para creérselo? Analicémoslo.
Porque en su año de novato, D’Angelo Russell dejó unas estadísticas más bien discretas: 13,2 puntos, 3,4 rebotes y 3,3 asistencias. Especialmente “preocupante” es el último dato: un poco más de tres asistencias para el base titular es muy, muy poco.
Pero es que ni siquiera la estadística es lo que más debe frenar nuestra euforia, lo bien amueblada (o no en este caso) que tenga la cabeza es lo que debe hacerlo.
Hablamos de un chaval que dijo en su momento que llevaba el número cero porque era la cifra de jugadores que podían defenderle. Y creo que no hace falta que le recuerde a nadie el desagradable incidente con las grabaciones a Nick Young que difundió. Esa polémica parece ya enterrada, pero es una clara “luz roja” en el comportamiento extradeportivo del jugador de los Lakers.
Un vistazo a sus redes sociales basta para ver a un chaval de veinte años con bastante ego que no para de retuitear imágenes de fans que hacen el gesto de “hielo en las venas” con su contrapartida virtual del NBA 2K17. Por cierto, ese tipo de gestos están bien en playoffs o en unas finales, hacerlos en una victoria al final de la peor temporada de la historia de tu equipo cuando ya está decidido todo, o en una Summer League… En fin…
Lo que nadie puede dudar es que D’Angelo Russell tiene mucho talento, la cuestión es cómo va a desarrollarlo. Echando un vistazo rápido a los números 2 del draft desde el año 2000 nos encontramos una lista plagada de futuras estrellas que se quedaron en eso, con la excepción de Kevin Durant y LaMarcus Aldridge.
La pregunta es si D’Angelo Russell será capaz de llegar al nivel de KD o Aldridge o si nos encontraremos con un mero anotador. La historia reciente de la liga está plagada de grandísimos jugadores incapaces de convertir a sus franquicias en equipos ganadores, probablemente el caso más sangrante sea el de Tracy McGrady, incapaz de superar una sola ronda de Playoffs en toda su carrera.
Pero no nos centremos sólo en la parte oscura, veamos también el vaso medio lleno. Dlo se encuentra en una franquicia en su peor momento histórico, es casi imposible que lo hagan peor que en los últimos años, y la presión a priori no debe de ser demasiada. Está rodeado de otros jóvenes como él, y algún que otro veterano, pero que en ningún caso tendrá un rol protagonista en la rotación angelina.
Además, en el banquillo se sienta Luke Walton, un tipo más joven que Kobe Bryant (compañero de Russell el año pasado). En su primera experiencia como técnico jefe “titular”, y que tras su paso por los Warriors ha dejado muy buenas sensaciones entre los jugadores que ha tenido a sus órdenes. Es conocedor de la casa y que sabe lo que es defender la púrpura y oro y ganar campeonatos con ella. Todo parece indicar que va a tener mucha “mano izquierda” con los jugadores. Ya ha declarado en numerosas ocasiones que su principal objetivo es desarrollarlos tanto como equipo como individualmente. Y eso tiene que ser un factor positivo para D’Angelo.
Habrá que ver también la evolución de sus compañeros, y si hay suficientes balones en LA para D’Angelo Russell, Jordan Clarkson, Julius Randle, Brandon Ingram, Lou Williams… Pero lo que parece claro es que los focos y las esperanzas de muchos aficionados angelinos están puestos sobre el portador de ese dorsal número uno. Ahora llega el momento de dar y quitar razones, este que escribe estaría encantado de que D’Angelo Russell explote y sea una megaestrella NBA y que nos calle la boca todos los que somos un poco críticos con él. Aunque quizás lo que pretendemos sea tan solo rebajar las expectativas…
¿Vosotros qué opináis? ¿Es D’Angelo Russell un futuro All Star? ¿O mejor vamos paso a paso y vemos cómo evoluciona?
Yo creo que D’Angelo Russell tiene mucho potencial, pero el año pasado no se desarrolló todo lo que muchos esperaban. Yo creo que eso, además de la discusión sobre Byron Scott, se vio muy afectado por ser el último año de Kobe Bryant. Ya dijo Kupchak que el desarrollo de jugadores pasaba a un segundo plano respecto a ese tema (algo que me cabreó bastante). Eso, unido a su precocidad, creo que pesó bastante. Este año si espero algo más de él, pero a priori diría que jugadores como Jordan Clarkson o Julius Randle están un escalón por encima en cuanto a rendimiento inmediato se refiere.
Yo pienso que este año va a sorprender al mundo como ya aviso en unas declaraciones el año pasado. El verano que se está pegando, trabajando en el gym todos y cada uno de los días sin descanso, y la llegada de Luke que sin duda va a favorecer al juego de DLo, son dos buenas razones para creer en él.
D’Angelo será una estrella en esta liga. Su ego es uno muy grande, pero eso es lo que lo hace diferente al resto. El no será un jugador que llegue a tener 30ppg/8/8 pero si será un jugador sobre los 20ppg/7apg/5rpg. Es el que más chance tiene de ser un super-star en esa clase y el que más chance tiene de ser un bust. Su pasada temporada fue plagada de altos y bajos, pero en parte era por su ego. A Scott no le gustó mucho su ego, el sentirse que se merecía todo sin trabajarlo. Al final, numéricamente no termino tan mal como lo hacen ver. Esta temporada tendrá más libertad, pero mayor responsabilidad. Apenas tiene 20yrs. La pregunta es, ¿si termina como PG o SG o al final es un combo guard? Yo diría que D’Angelo puede ser un James Harden con mucha mejor defensa y eso es un buen nivel. Ahora, ¿será el un líder nato?