En un recóndito lugar del sur de África, entre la frontera de Botsuana con Namibia habita una tribu indígena, los bosquimanos. Sin acceso directo al agua, los bosquimanos han tenido que adaptarse para convertirse en cazadores de persistencia en una de las reservas más grandes de Sudáfrica. Esta técnica consiste en cazar, por ejemplo, a un antílope durante 5 horas, momento en que el animal, exhausta, inca la rodilla y se deja hacer ante estos ancestrales cazadores.
Algo así es lo que están haciendo los Houston Rockets con Sergio Llull. El sueño del desvelo, como firmaría Antoni Daimiel, de Daryl Morey, el intrépido General Manager de los Houston Rockets.
A finales de junio de 2009 se puso el Sol en Houston, los Rockets lograron hacerse con los derechos de Sergio Llull después de un trade con los Denver Nuggets, momento en el que empezó la cacería.
Como si de un cazador boquimano se tratara, Morey llegó a tener acorralado al base de Mahón, los 21 millones de dolares que puso sobre la mesa el jefe de los Rockets tentaron, y mucho, a un jugador que finalmente apostó por seguir en el Real Madrid y renovar hasta 2021.
A sus 28 años, Sergio Llull, se encuentra en el mejor momento de su carrera, líder indiscutible del Real Madrid y uno de los grandes de Europa en este momento, hecho que hace que, pese a todas las negativas sufridas hasta ahora, Daryl Morey siga con la idea de llevarse al menorquín a Houston a toda costa.
El próximo verano los Rockets volverán a la carga a por Segio Llull, el Sol se volverá a poner entre Botsuana y Namibia en forma de aumento salarial, se estima que los 94 millones actuales superen los 100 millones el próximo curso, y Daryl Morey, líder bosquimano, volverá a la carga en busca de poder reclutar al increíble Llull.