El Real Madrid jamás será un equipo de la NBA

Empezaré aclarando que soy un enamorado del baloncesto FIBA y fanático de un equipo sufridor y de poco presupuesto, y que, además, me haría feliz ver al Real Madrid en la NBA, y al Barça.

De pequeño mis profesores me decían «Ignacio, llegarás a donde tú quieras llegar«, y claro, la desgraciada mente de un menor de edad recién salido del caparazón, que empezaba a beber cocacola a deshoras y que jamás había -ni ha- probado un estupefaciente, me llevaba al cielo. Y ese cielo en el baloncesto se llama NBA.

Antes de que sea tarde, cualquiera que vaya a sumergirse en este texto, que se prepare a leer ocho argumentaciones y media acerca de por qué el Real Madrid, jamás de los jamases, sería, a día de hoy, un equipo competitivo en la NBA, y demasiado generoso he sido con lo de competitivo.

Vamos con una razón obvia y bastante superficial, pero para ir calentando va bien, el dinero. «Pero si el Tito Floren está forrado», dirán los más entendidos forofistas del deporte de la pelota, y ojo, no les faltará razón, pero el Real Madrid es un club de fútbol y el baloncesto una sección, y claro, igual los cerca de $100M de tope salarial que habrá el año que viene en la NBA significaría dejar de lado al equipo de los pies, y no sé hasta qué punto es buena idea.

Dejando la simpleza de un argumento bastante tajante, vamos al ahora y a la realidad que atañe al Real Madrid y a la diferencia que hay entre un Rolls-Royce Ghost y un Wolkswagen Golf caja 3 del año 92 con motor TDI con el que hice mis primeros trompos.

Pablo Laso dijo, Pablo Laso ¿¡miente!?

Todo en la vida tiene un principio, y ahí es a donde vamos. «Eres un tío gracioso«, contestó Russell Westebrook, un don nadie en esto, a cierto periodista que le planteó la posibilidad de que el Real Madrid llegase a playoffs en la NBA con su plantilla actual.

Una respuesta que no dejó indiferente a nadie, y mucho menos a Pablo Laso, entrenador del Real Madrid. «Diría que todos mis jugadores pueden estar en la NBA, dependiendo también del contrato, rol y otras cuestiones» y razón no le falta, si me pagan y se vuelven locos, yo también juego allí.

Pero vamos a analizarlo bien. Hay cuatro apartados. Los que podrían estar, los que estarán, los que estuvieron y no pueden volver y los que no han estado ni estarán, y además no tienen hueco.

• En el primer apartado metemos a Sergio Llull de forma indiscutible; a Gustavo Ayón, que no ha encontrado una oferta que le gustase lo suficiente; en el mismo carro que al mexicano metemos a Anthony Randolph; y Jeff Taylor, e incluso Trey Thompkins, que ya estuvieron por allí.

• En el segundo estaría Luka Doncic, un claro jugador con futuro NBA; e incluso, por qué no, Álex Suárez.

• En el saco número tres están Rudy Fernández, su espalda no le permitiría disputar 82 partidos más unos hipotéticos playoffs; Andrés Nocioni por razones obvias; y Othello Hunter, quien ya pasó demasiado tiempo en el banquillo de Atlanta y está curado de espanto.

• Y por último, ese grupo de jugadores que podrían haber hecho su pinitos por las canchas de Estados Unidos pero dejaron pasar ese tren y ya se sabe lo que pasa cuando el tren se va, que no vuelve -a no ser que te llames Sergio Llull-. Y ahí metemos a Felipe Reyes, Jaycee Carroll y a Jonas Maciulis, con el lituano tengo dudas sobre si llegó a rechazar el tren o directamente no ha pasado.

Entonces, si de una plantilla de 13 jugadores, descartamos por A o por B a 6 jugadores; somos generosos con Álex Suárez y le damos el privilegio de la duda; nos quedan 7 jugadores que bien podrían tener un rol digno de tener en cuenta en alguna franquicia. Empezamos mal.

Y con 7 jugadores no se puede competir.

Con la anterior criba de jugadores la plantilla con la que Pablo Laso se presentaría en el Wells Fargo Center de Philadelphia para medirse al peor equipo de la pasada temporada en la NBA, sería bastante bastante corta, los Embiid, Noel, Okafor, Covington y compañía se lo pasarían en grande ante el Real Madrid, y recalco, ¡fueron el peor equipo de la NBA con 10 victorias y 72 derrotas! No quiero ni pensar lo que harían los Clippers, los Rockets o los Grizzlies con los blancos, por no ponerme en casos peores.

Cualquier jugador del quinteto de los 76ers sería la estrella absoluta del Real Madrid, y me atrevo a decir que en la plantilla que cierre Brett Brown en unos días, todos los jugadores tendrían un papel destacado en el conjunto merengue.

¿Podría llegar el Real Madrid a las 10 victorias de los 76ers? Yo creo que no, y no solo por la calidad que hay allí y falta aquí, si no por el físico, algo incluso más relevante que el talento cuando tienes mínimo 82 partidos en una temporada.

¡Qué bueno que viniste Gustavo!

Era septiembre de 2014 y Gustavo Ayón no recibía ninguna oferta para seguir en la NBA después de tres temporadas vagando entre los banquillo de New Orleans, Orlando, Milwaukee y Atlanta, con unos promedios de 4.7 puntos y 4.4 rebotes en 135 partidos.

Lo que allí es del montón, aquí es la repanocha. «El titán de Nayarit» regresó a Europa para ser más titán que nunca, ayudó al conjunto blanco a levantar su novena Euroliga, y a ganarlo todo siendo uno de los pilares básicos del equipo. Varios premios como MVP de la jornada, además de su inclusión en el segundo mejor quinteto en la pasada Euroliga hablan del poder que demuestra día a día el de Tepic en el baloncesto del viejo continente.

Una prueba de que el algodón no engaña. Allí era uno más, aquí es puro caviar.

¡El síndrome Bodiroga! ¿O miedo a Beverley?

Cuentan que el gran Dejan Bodiroga nunca se cansó de dominar Europa y que entre sus más cercanos reconocía que «si aquí soy el mejor, ¿para qué ser uno más en la NBA?».

«La NBA no es un lugar para incluirlo en tu currículum solamente. Hoy en día los jugadores en Europa van allí para poder decir ‘estoy jugando en la mejor liga del mundo’. Vale pero… ¿para no jugar? Yo prefiero no estar sentado en el banquillo y probar a la gente que decía ‘Bodiroga no puede ser campeón de la Euroliga con el Barcelona’ que está equivocada«.

Esta reflexión del talentoso alero serbio puede servir de referencia para jugadores como Sergio Llull, a quien el miedo a perder su trono, o su hambre por hacer historia de blanco -que también puede ser-, está haciendo que su desembarco en la NBA se esté retrasando más de lo debido y pude que incluso no se de.

Y es que las malas lenguas hablan de que la verdad del caso Llull tiene nombre y apellidos, Patrick Beverley. Asentado en Houston, es el ojito derecho de la afición y uno de los hombres de confianza de James Harden, su papel e importancia en el equipo están fuera de toda duda y sus minutos -cerca de 28 por partido- son intocables. Y eso que estamos hablando de un jugador posiblemente inferior a Llull en muchos apartados.

Los Global Games, ¡pero si están en pretemporada!

Para no perder el hilo del tema, vamos de nuevo al punto 0, los Global Games, esas pachangas que en España esperamos como agua de mayo y que en la NBA casi ni se ven, donde los jugadores vienen a jugar al poker y beber buen vino mientras nosotros nos machacamos para dar la mejor imagen posible.

Me voy a un ejemplo mucho más gráfico, si cabe, que el del Real Madrid – Oklahoma City Thunder. Hace poco más de un año se enfrentaron en Madrid el Khimki ruso de Shved, Rice, Koponen o Dragic, con los chavales del patio de colegio, el Movistar Estudiantes. Lo que se vivió aquella tarde en el Magariños poco tenía que ver con los llantos del descenso 9 meses después, aquella tarde los chicos de Diego Ocampo dieron un recital ante el equipo ruso y se impuso de ¡18 puntos!.

¿Campeones de Europa? ¿Lucha por entrar en la Final Four? No, descenso a LEB Oro

Pues bien, llegan los Thunder y el Madrid gana 142-137 con una remontada épica, un triple sobre la bocina de Llull para forzar la prórroga, el público entregado, el pabellón se viene abajo,… y claro, sucede lo irremediable, el Madrid podría estar en la NBA. Y el Estu en la Final Four, no te j***.

!Eran más ganables! Y nos ganaron.

Y esto no lo digo yo, lo dice Pau Gasol. Esto trasciende mucho más lejos que a lo que es el Real Madrid, pero a nadie se le escapa que Pau Gasol o Niko Mirotic serían el eje sobre el que giraría el Real Madrid en caso de que estuvieran por aquí.

Después de la derrota de España en Río ante EEUU, Pau Gasol reconoció la rabia que le comía por dentro después de haber dejado pasar una oportunidad única para batir a los estadounidenses.

Ni Curry, ni Westbrook, ni LeBron, ni Harden,… ¡no estaban los mejores! y nos ganaron.

¿Comparamos quintetos?

Curiosamente en los dos mejores quintetos de la Euroliga tenemos hasta 7 jugadores con pasado en la NBA -dos en el primero y cinco en el segundo-,  y otro, Malcolm Delaney, que ha hecho las maletas rumbo Atlanta este verano.

Esos jugadores son Nando De Colo y Jan Vesely en el primero; Quincy Miller, Luigi Datome, Anthony Randolph, Ekpe Udoh y Gustavo Ayón en el segundo.

El ejemplo más gráfico es el del genial base francés del CSKA, Nando De Colo. El actual MVP de la máxima competición continental dominó la Euroliga con unos promedios bárbaros, 18.9 puntos, 4.9 asistencias y 24 de valoración por partido, algo mejor que los 3.8 puntos y 1.7 asistencias que promedió durante dos temporadas en la NBA.

Una prueba más del abismo que separa una y otra galaxia. Pero seguimos.

Amigos, ¡Navarro se volvió!

Quizás las palabras de Bodiroga no llegaron a tiempo y Juan Carlos Navarro no pudo hacerse eco de ellas, o quizás quería darse una oportunidad,… el caso es que el de Sant Feliú de Llobregat decidió hacer las maletas en 2007 y probar suerte en la NBA. Posiblemente el mayor talento que ha dado nuestro baloncesto -con permiso de Pau Gasol- y apenas aguantó un año.

Cuando Navarro se fue para allá era el mejor jugador de Europa, el desequilibrio en persona, un jugador que ganaba partidos, su sitio era la NBA, y… ¡para casa! Muchos dirán que vio, venció y volvió, pero el síndrome Bodiroga le llamaba y seguir siendo el mejor y no uno más, también. Y eso es lo que pasó, lideró al mejor FC Barcelona de la historia, pero eso es otro tema.

Que no, que el Real Madrid no.

Después de 8 razones y media, si no te he convencido no lo haré nunca. Quiero que quede patente mi admiración absoluta hacia Pablo Laso y el Real Madrid, para mi son el mejor equipo de Europa en la actualidad, con una plantilla de auténtico lujo, formada por varios de los mejores jugadores que hay en nuestro continente, con un estilo bastante arraigado y una fórmula del éxito de la que no se puede dudar.

Un grupo tremendamente compacto, unido, ambicioso, y ganador como pocos, o como ninguno. Pero que no está al nivel de la NBA, seamos serios por favor.