Algo ha cambiado en la mente de Nemanja Bjelica esta pretemporada y se nota en la mejora de sus números con respecto al pasado curso. Y es que si hay algo que el serbio necesita es confianza y sentirse importante dentro del equipo sea cual sea su rol, algo que el año pasado con Sam Mitchell no gozaba como actualmente con Tom Thibodeau. El propio Thibodeau sonríe cada vez que le preguntan por el bueno de Bjelica.
«Ha hecho un buen trabajo. Tiene esa habilidad como ala-pívot para abrir el campo. Añade otro tirador al grupo. No es solo su habilidad para tirar, es su habilidad para demostrarlo en la cancha, hacer jugadas y ser eficiente».
Con estas palabras queda patente la confianza que tiene Thibs depositada en él. Adora su tiro y su pase, su potencial en el pick-and-roll. Incluso podría llegar a jugar con los titulares como Towns o disputar los últimos minutos de los partidos si es necesario un tirador como el serbio. Y esa confianza proveniente del banquillo la está notando, intentando jugar de la manera que maravillaba en Europa.
«Juego mi mejor baloncesto cuando tengo cierta libertad, cuando puedo crear para mí y para mis compañeros. Esta es mi arma más poderosa. No es que no me guste tirar, solo que me gusta hacer de todo en la cancha. Creo que tengo esa oportunidad».
Está promediando 10.5 puntos, 4 rebotes, 1.7 asistencias y 1.3 robos siendo uno de los pilares desde el banquillo. Atrás quedan los 5.1 puntos, 3.5 rebotes y 1.4 asistencias como rookie, en un año lastrado por las lesiones y por su falta de adaptación a una NBA a la que llegó como MVP de la Euroliga y con grandes expectativas a su alrededor.
«Cuando llegué, era el MVP de la Euroliga. Pero necesitaba hacer algo más aquí. Sabía que este era mi sitio y que quiero acabar aquí mi carrera. Aunque necesitaba cambiar algunas cosas. Necesitaba trabajar en mi cuerpo. Ahora estoy listo. He trabajado durante el verano. Sé lo que puedo esperar de este año. Estoy preparado física y mentalmente».
Decidió no acudir a los Juegos Olímpicos con su selección para recuperarse completamente del pie que tantos problemas le dio el año pasado. En julio se fue a Minneapolis a trabajar, donde pudo hablar con Thibs, y se metió a trabajar en el gimnasio junto con Towns, poniéndose a tono para la nueva temporada. Esto contrasta con el año pasado, donde llegó a apenas unos días del inicio del training camp, con su familia y en un nuevo país, nueva cultura y nuevo idioma. Pero ahora es un hombre nuevo que intenta ayudar al equipo en todo lo que pueda. Ha perdido peso, es más fuerte y más rápido. Bjelica está listo. Solo esperemos que el equipo también lo esté.