El pasado mes de Abril, cuando Joakim Noah acabó su contrato con los Chicago Bulls, visitó algunos de sus profesores y entrenadores que tuvo en Brooklyn de niño. Entre ellos estaba Bill McNally, su ex entrenador, con el que fue a dar una vuelta por Manhattan. En esa charla entre ambos, el tema principal de conversación fue la posibilidad de que Noah se uniese a Carmelo Anthony y jugar en los Knicks. El coach, abonado a los New York Knicks nos dejó unas cuantas declaraciones después del primer partido de Joakim Noah.
“Noah tiene esa ‘salsa especial’, contagia su competitividad y personalidad a sus compañeros, sobre todo a los más jóvenes; es muy importante en un vestuario. Juega un partido de Febrero en Minnesota con la misma intensidad que un séptimo de unas Finales de la NBA. Incluso cuando jugaba para mí ya contagiaba eso. Me hacía sentir bien hasta conmigo mismo. Nunca he visto a un jugador aportar tanta alegría a una plantilla”.
Noah jugaba el sábado después de mucho tiempo parado por culpa de la lesiones de la temporada pasada. Aparte, se había perdido hasta ahora todos los partidos de pretemporada con los Knicks por otras molestias en isquiotibiales y tobillo. Aún así el partido del center no fue nada malo. En 19 minutos como pívot titular del equipo sumó 5 puntos, 5 rebotes y una asistencia en la derrota 119-107 contra Boston Celtics.
McNally también habló del equipo en general y de cómo ve a los New York Knicks para esta temporada. El entrenador solo ve a los dos o tres mega equipos por encima del resto, y en ese resto pueden ser los Knicks los que están ahí arriba. Todo el mundo es muy prudente con las expectativas del equipo para esta temporada, pero Derrick Rose y Carmelo Anthony ya han superado sus lesiones de las últimas temporadas y los Knicks han apostado fuerte por Noah, 72 millones de dólares en 4 años. Joakim Noah no va a defraudar.
Por otra parte están las raíces de Noah, aunque él se considera un ciudadano del mundo y juega para la selección francesa, se identifica como neoyorquino, que fue donde se crió de niño. Es el último chico de la ciudad en jugar en el equipo, se une a un pequeño grupo muy carismático: Bernard King, Anthony Mason y Mark Jackson.
A Joakim Noah le encantaba ir al Madison Square Garden vestido de los Knicks a ver los partidos. En especial los de Patrick Ewing, quién era amigo del padre de Noah, Yannick, que era jugador de tenis profesional. Según cuenta McNally, fue Ewing quien dio al pequeño Noah su primer balón de baloncesto.
“Creo que esta viviendo un sueño. Todos los niños de Nueva York sueñan con jugar en los Knicks. Uno de ellos lo ha conseguido”.
A ver si vuelve a rendir como aquellos tiempos en los que fue DPOY y era considerado el mejor o uno de los mejores C de la liga. Sin duda aquel Noah enamoraba, si recuperara el nivel los Knicks lo agradecerían y mucho, y la liga también.