Durante la temporada 2015-16, Will Barton fue un hombre importante para los Denver Nuggets. En su primera temporada entera en Colorado, el escolta acabó como segundo máximo anotador tras Danilo Gallinari con 14.4 puntos por partido y tercer máximo reboteador tras Faried y Jokić con 5.8 rebotes. Participó en el concurso de mates del All-Star Game y su nombre salió entre los posibles candidatos a sexto hombre del año.
Su temporada 2016-17 podría ser diferente, porque la vuelta de la lesión de Wilson Chandler, que en principio también saldrá desde el banquillo, y la llegada de dos rookies anotadores como Jamal Murray y Malik Beasley podrían recortar sus minutos en las rotaciones. Pero este aspecto quizás acabe jugando a su favor, permitiendo sacar toda la energía que tiene y concentrarla cuando salte a la cancha y, con el calendario intenso que prevé una temporada NBA, la abundancia no tiene que ser un problema, más bien la profundidad de banquillo debería de ser una bendición.
De hecho, durante la pretemporada, esta profundidad tampoco se notó demasiado, en cuanto las lesiones de Gary Harris y Emmanuel Mudiay abrieron las puertas a que Michael Malone experimentase con Barton de titular y jugando hasta en posición de base. En 7 encuentros de preparación disputados, Will anotó 13.1 puntos, capturó 3.6 rebotes y repartió 3.6 asistencias en 28 minutos.
En víspera del arranque de la temporada, Barton está muy motivado y con confianza:
“Estoy tranquilo, me siento bien;” – dijo tras el entrenamiento del lunes – “en cuanto a confianza en mis medios nunca me había llegado tan bien a una regular-season como este año. Tengo fe, estoy listo, me siento preparado”.
Durante las sesiones de entrenamiento hizo mucha amistad con el recién llegado Malik Beasley, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para él y los demás jóvenes. Coach Malone notó este cambio de actitud y lo valoró positivamente:
“Will adoptó un rol de liderazgo,” – declaró el entrenador de los Nuggets acerca de su relación con los más jóvenes del equipo – “creo que es una buena señal para el equipo, porque se ve como los jugadores se cuidan y ayudan mutuamente y de forma genuina”.
Barton, con 25 años, ya se siente un veterano para los más jóvenes, y por eso empezó a portarse con ellos como hacían los veteranos en Portland cuando él era el rookie:
“Tengo que enseñarles cómo jugar, cómo aportar energía, cómo trabajar duro y jugar duro” – dijo.
Michael Malone destacó la buena pretemporada de Will:
“Barton ha estado fantástico,”- dijo el coach – “durante esta pretemporada enseñó que puede anotar, pero también que puede ejercer de base… No importa dónde lo pongas en la cancha o cuándo lo pongas en la cancha: ¡él siempre está listo!”.