El equipo dirigido por Thibodeau sabía que en una fiesta, más si es la primera de la regular season, hay que marcar la diferencia. En tan solo cinco minutos de juego, el debut parecía cerrado. Con un parcial de 20-5, el viento soplaba a favor de un Ricky Rubio que empezó excepcional en el reparto de juego (8 asistencias al final del encuentro), si bien se mostró más errático en el tiro, con uno de cinco que ejecutó. El resto se sumó al ritmo de contraataques y lanzamientos rápidos, una labor coral en la que empujaron los de siempre: Towns, que acabó con 21 puntos; LaVine, que sumó 19 más; y Wiggins, el mejor de su equipo, con 25 puntos y siete capturas. También hubo momentos para los novatos de los Wolves. Kris Dunn consiguió ocho puntos, cuatro rebotes y un robo.
Solo un equipo tenía en mente la victoria. La hibernación de los osos parecía actuación de la naturaleza. Se contagió en todo el equipo antes del salto inicial. Un letargo que obligaba a Fizdale a pedir tiempo muerto a los dos minutos de juego. De poco sirvió. Tuvo que ser Gasol quien despertara la zaga local desde la pintura interior. El resto llegó desde el perímetro, con actuaciones de Conley y Gasol (otra vez). Randolph tomó el relevo y el equipo consiguió marchar al descanso nueve abajo.
La restricción de minutos que tenía pensada la franquicia para el pívot de Sant Boi no desequilibró la tardía remontada. Jugó 32 y demostró ser el jugador más completo del choque. Anotó siete de 17 tiros de campo, incluido un triple en tres intentos, y acertó tres de cuatro desde la línea de personal. Además, capturó tres rebotes, incluidos dos defensivos, dio dos asistencias y estuvo monumental bajo los aros al poner cuatro tapones, el mejor del equipo en esa faceta. Pero no fue la primera referencia en el ataque grizzly. Conley, el jugador de la franquicia por fuerza mayor, aportó 24 puntos, con cuatro de cinco triples y cuatro asistencias. Randolph firmó desde el banco un doble doble de 19 puntos, 11 rebotes (10 en defensa) y una asistencia.
Después de mover al center, el banquillo se quedó como estaba. La afición solo pudo disfrutar de Wade Baldwin IV y Vince Carter. El novato realizó buenos números para ser su primer partido de temporada, con cinco rebotes, seis asistencias, tres robos, tres tapones y siete puntos en 24 minutos de actuación. Más austera fue la actuación de Carter, con siete rebotes, una asistencia, un robo, un tapón y tres puntos en 28 minutos.
El armario de Thibodeau, quien se estrenaba con la franquicia de Minnesota, fue más ágil que sus contrarios, aunque la participación apenas se apreció. Si bien Dunn reivindicó su sitio, Bjelica, Muhammad, Rush y Aldrich pasaron por el parqué de Memphis desapercibidos.
Esta vez, la actuación conjunta no superó el buen juego de los hombres preferidos del FedExForum, para dejar escapar una victoria que anticiparon desde los cinco primeros minutos. A falta de tres para el final, Conley no desperdició ninguna ocasión para amedrantar a los lobos de dientes largos en el primer partido de liga, y menos en su casa. La muñeca le quemaba desde los 7,25 y no perdonó la ventaja acumulada visitante: 86-90. El pitido final sentenció con una última cifra de 102-98.