No son momentos fáciles para los Warriors. Las expectativas creadas durante todo el verano sobre este «súperequipo» no se cumplieron en su primer partido de la temporada ante San Antonio Spurs. Dejando a un lado que el equipo de Gregg Popovich dio un verdadero recital de baloncesto la madrugada del martes en San Francisco, no pudimos ver ni de lejos la mejor versión de los locales. Esto se sabe en Oakland, como manifestó tras el partido la estrella de Golden State, Stephen Curry:
«Queda mucho trabajo por hacer, no podemos negar eso.»
El dos veces MVP de la NBA hacía estas declaraciones a Ethan Sherwood Strauss, periodista de la ESPN, aunque aprovechaba también para enviar un mensaje de tranquilidad a los aficionados que presenciaron la derrota de su equipo:
«Creo que aún estamos en el buen camino.»
Pero no es el único que ha hecho autocrítica sobre la paliza recibida por los Warriors. Kevin Durant, el fichaje estrella de los subcampeones para esta nueva campaña, se sumó a Curry con estas declaraciones pese a su buena actuación en el partido (27 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias):
«Ha sido como una bofetada en la cara. Nos ha despertado un poco, tenemos que mirar hacia delante para mejorar.»
Y es que en el Oracle no se vio el baloncesto al que su gente esta acostumbrada. Fuera de los 27 puntos de Durant, los 26 de Stephen Curry y los 18 de Draymond Green, el resto de la plantilla de Golden State sumó únicamente 29 puntos con 13/35 en tiros de campo. Una estadística muy por debajo de lo que nos tienen acostumbrados estos «superclases».
No podía faltar tampoco la versión del entrenador de los de San Francisco, Steve Kerr, que declaró después del partido que no había sido una derrota cualquiera:
«Creo que los chicos están avergonzados. Yo también lo estoy.»
Cierto es que la primera piedra de toque que se encontraron los Warriors no era nada fácil. San Antonio Spurs llegaba al Oracle con las ideas muy claras, controlando el partido desde el primer momento y respondiendo con contundencia a cada conato de remontada de los locales, quienes veían cómo se cerraba el partido con un marcador desfavorable de 129-100.
Pese a este resultado, no hay duda de que en Golden State acabarán encontrando su mejor versión, ya que, como dijo Stephen Curry a pie de cancha después del partido, no ha sido un problema táctico ni de adaptación, ya que sólo cuentan con un jugador nuevo en su quinteto titular.
Sea como sea, tenemos que esperar por lo menos hasta la madrugada del viernes al sábado (3:30 hora española) en la que los Pelicans reciben en su pista a los Warriors para ver si los de Durant y compañía consiguen su primera victoria esta temporada.