Los Warriors se enfrentan esta madrugada a los New Orleans Pelicans. Los de Oakland intentarán demostrar a su afición que lo acontecido en la Opening Night, ante los Spurs, no fue más que un accidente, pero hay un jugador que no puede esperar hasta el partido. Hablamos de Kevin Durant, que tras el entrenamiento de equipo en el Smoothie King Center, ha decidido quedarse sobre el parqué para seguir mejorando su juego.
«Lo he oído todo el tiempo. Oyes lo que dicen de ti, todo el mundo lo oye, así que es una motivación extra«.
El alero nacido en Washington, ha practicado su tiro y el juego uno contra uno junto al asistente del equipo, Chris DeMarco. Kevin Durant también ha apelado a todo lo que se le ha llamado tras su polémica decisión de unirse al equipo de las 73 victorias. Además, según dice, todo esto sólo ha servido para motivarle a trabajar más.
«¡Ellos dicen que no estoy hambriento! ¡Dicen que soy un cobarde! Estoy aquí mismo, trabajando».
Nadie cuestiona la verdad de las palabras de Durant, y es que ha sido el mejor tanto en pretemporada, como en el primer partido oficial, demostrando que tiene ganas de hacer grandes cosas. Durant en pretemporada fue el segundo máximo anotador de toda la liga con 20.9 puntos y en su debut oficial consiguió anotar 27 puntos, atrapó 10 rebotes y repartió 4 asistencias, siendo también el mejor de su equipo.
«La temporada está terminada, el equipo es el peor de la liga… Vosotros pensasteis que esto iba a ser fácil. Es un partido… Es un partido de 82 y vosotros me hacéis sentir como si el mundo fuera a acabarse».
Con esto Durant concluía, recordando a lo que dijo el GM del equipo Bob Myers recientemente. Desde la franquicia se llama a la calma, algo totalmente lógico, ya que como dice Durant, estamos hablando de un partido de 81 restantes.