Los Chicago Bulls se enfrenterán a los New York Knicks en el United Center en las próximas horas (sábado 01:00 AM), en lo que supondrá el retorno de Joakim Noah y Derrick Rose a la ciudad de Chicago. Hasta el momento se ha podido ver a un Derrick Rose afrontando la situación con mucha madurez, al igual que a un Taj Gibson que espera que sus dos excompañeros sean recibidos de manera esplendorosa por el público.
El pívot francés, Joakim Noah, siendo identificado durante varias temporadas como el corazón de la ciudad de Chicago, habló sobre su paso por la franquicia de Illinois con mucha añoranza:
«Siempre sentí que había una relación especial; siempre tengo amor para la ciudad de Chicago. Aunque no crecí en ella, siento que Chicago siempre será una parte de mí. No soy del tipo de persona que habla sobre el fin, no es mi estilo. Pero es la verdad: al fin y al cabo no tengo ningún remordimiento. Lo di todo sobre la cancha, la ciudad me dio mucho amor y yo intenté devolvérselo».
«Con lo que me quedo por encima del resto es, honestamente, el vestuario. Todos esos años en la sauna con mis compañeros tras los grandes partidos, bebiendo vino, en el avión con el equipo. Salir tras una gran victoria. Nunca olvidaré algunas de esas noches con mis compañeros».
Derrick Rose, la que en su momento fue la gran esperanza de la ciudad de Chicago tras unos años mediocres que siguieron la retirada de Michael Jordan, también tuvo todo el tiempo del mundo para hablar sobre lo que significó La Ciudad del Viento para él:
«No poder ganar un campeonato es lo que mayor presencia tiene. Ser traspasado. Nunca pensé que sería traspasado. (…) Fue muy triste, devastador. Pero tras un tiempo, pensé sobre cómo de fuerte es mi fe. Sabía que Él (Dios) no me haría pasar por algo que no pudiera soportar, así que lo afronté como si fuera una bendición».
«Aunque escuchaba las habladurías, siempre pensaba que sin importar lo que fuera que pasara, siempre tendría un año más con los Bulls. (…) Fue triste porque también pensé en mi hijo. ¿Cómo le iba a ver? Pensé en él, los aficionados, la ciudad, los Bulls. Había imaginado tantas veces el ganar un título ahí«.
«La ciudad lo era todo, son la razón por la que jugaba tal y como lo hice. Quería mostrarles cada año que trabajaba en mi juego. Durante la postemporada, trabajaba en diversas para ver si la gente se percataba, añadí un lanzamiento en suspensión, un tiro contra el tablero, quería que los fans lo vieran. (…) La ciudad te fuerza y te empuja a trabajar y mejorar en tu juego. No me importa quien seas. Si estás en Chicago y juegas para un equipo profesional, y si tienes algo de grandeza dentro de ti, la ciudad te hará sacarla toda«.
Derrick Rose y la ciudad de Chicago tuvieron sentimientos increíblemente fuertes el uno por el otro. Ganaron, perdieron, sonrieron y lloraron juntos. Pero sin duda alguna, hay un recuerdo tremendamente amargo para ambas: la lesión de Derrick Rose que comenzó a cambiar su hstoria en Chicago.
«Tío, sentíamos que podíamos ganar ese año (Playoffs de 2012), eso es lo que más duele, y sobre todo lesionarme en Playoffs tras haber jugado la temporada al completo. La primera vez que sufría una lesión así, no me lo podía creer. Tuve que afrontarlo con la mentalidad de que, si algo te destroza, hace que luego vuelvas más fuerte».
Será un momento tremendamente especial cuando ambos jugadores salten a la pista, un momento para el que los Chicago Bulls han preparado un tributo, y un momento que los aficionados de la franquicia de Illinois deben estar esperando con muchas ganas.